El proceso de elección de los colores de una vivienda es mucho más que una cuestión estética. Más allá de darle relevancia a un espacio concreto, el poder del color radica en la influencia que puede ejercer en las emociones, tanto de una forma agradable como todo lo contrario. Y es que, al percibirlos, el organismo reacciona fisiológicamente ante ellos.

Por otro lado, aprender a hacer uso del color puede ayudar a modificar visualmente la forma y el tamaño de los muebles así como el de la estancia, teniendo la capacidad de ampliarla o reducirla. En este sentido, los colores claros suelen dar lugar a habitaciones más grandes y luminosas mientras que los oscuros proporcionan una apariencia más íntima. Descubrir las últimas tendencias decorativas es realmente interesante pero la elección del color debe estar también adaptada a los gustos personales.

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Dormitorio blanco con escritorio
Hutomo Abrianto vía Unsplash

Blanco: una elección segura

Limpio, luminoso, sereno y ordenado, así es el blanco. Elegido frecuentemente como color base es sinónimo de acierto seguro. Del mismo modo su versatilidad le permite amoldarse a todos los demás

Combinándolo con otros neutros como beige, gris o marfil se intensificará esa sensación de calma, mientras que añadiéndole color se potenciará la vitalidad. Acusado en ocasiones de frío y aséptico, la clave para imprimirle calidez reside en acompañarlo de texturas y tejidos suaves.

Butaca amarilla en salón blanco, gris y negro
Kam Idris vía Unsplash

Amarillo: el toque distintivo

Energía, luz y vitalidad. El amarillo es sin duda un gran recurso para transmitir todas estas sensaciones y resaltar espacios pequeños y oscuros. Sin embargo, resulta demasiado estimulante con lo que a menudo suele aparecer en un solo objeto al que otorga todo el protagonismo.

Butacas rojas en salón azul y marrón
Volkan Vardar vía Unsplash

Rojo: fuerza en un color

Si existe un color instintivo y poderoso que llama la atención ese es el rojo. Vinculado a la ira o la agresividad tiene también otras connotaciones como su fuerza, energía o intensidad a raudales que da seguridad y transmite pasión. Suele utilizarse en pequeñas dosis para resaltar un objeto especial o incluso una pared. 

Salón en verde y morado con mueble bar
Spacejoy

Verde: vivir la calma

Siempre vinculado a la naturaleza, el verde y sus múltiples tonalidades transportan de inmediato a un oasis de calma y paz espiritual. Facilita la desconexión mental, ayuda a mitigar el estrés y tiene un efecto reparador para la vista. No es especialmente fácil de combinar pero queda bien en pequeñas pinceladas o directamente en piezas grandes como una pared.

Salón en marrón oscuro
Aranprime vía Unsplash

Marrón: el tono más elegante

Aunque a veces produce cierto rechazo al relacionarlo con lo marchito, decadente o aburrido, a nivel decorativo el marrón es un color clásico y atemporal, sinónimo de hogar, naturaleza y fertilidad. Acompañado de líneas modernas y texturas ricas resulta muy elegante y actual.

Cuarto de baño en azul grisáceo con lavabo suspendido
Arno Smit vía Unsplash

Azul: armonía en cada habitación

El azul es un color relajante y sereno inevitablemente asociado al mar. Cuenta con una amplia gama de tonos como celeste, marino, turquesa o índigo, muy recomendados en la decoración de dormitorios tanto como color principal como en pequeñas dosis.

En estancias con poca luz natural puede resultar frío pero quedará perfecto equilibrándolo con tonos cálidos como el amarillo. 

Salón en gris
Adam Winger vía Unsplash

Gris: una elección madura

Aunque tradicionalmente asociado a monotonía, el gris es sinónimo de madurez e inteligencia. Considerado el nuevo blanco, serán los colores complementarios los que definan el estilo decorativo de una determinada estancia.

Combinado con rosa transmite dulzura y sensibilidad, con morado sofisticación, con negro elegancia, con rojo vanguardia y con amarillo cierto atrevimiento.

Salón negro y gris
Sidekix vía Unsplash

Negro: sí a la profundidad

Si apartamos todas sus connotaciones negativas, el negro es fuerza, misterio y elegancia. Un color que rebosa personalidad y nunca deja indiferente. En decoración hay quienes afirman que toda habitación debería contar con su presencia ganar profundidad.

 

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