Cuando el gran dilema en las duchas de verano siempre es el mismo, si el agua debe estar fría o caliente, nosotros te proponemos otro enfoque: ¿por qué no decidirte entre ducharte en el interior o en el exterior? No hay nada más gratificante que refrescarse después de tomar el sol en casa y seguir disfrutando de las maravillas de esta estación del año. Así que no hay más, si tienes la suerte de disponer de una zona outdoor, no puede faltar en tu jardín o terraza una ducha exterior. Son sencillas de montar y dan un toque atemporal y exclusivo a nuestro jardín. Hoy enumeramos los tres pasos con los que crear ese espacio exterior que, por si no lo sabes, llevas mucho tiempo esperando.
Cosas a tener en cuenta
Lo primero es lo primero, y antes de aventurarnos hay unas pautas que debemos seguir. Si bien no hace falta invertir en una gran instalación para construir una ducha exterior, conocer las tendencias de decoración para darle el estilo exclusivo que buscamos es fundamental para darle ese toque de alto diseño. La ducha exterior forma parte del conjunto de jardín o terraza y por eso debe unificarse como elemento integrador del espacio y seguir una misma línea. Si bien es cierto que partimos de cero para este diseño, usaremos como base una de las tendencias en exteriores del 2023: el minimalismo cálido, una búsqueda por la sencillez y lo orgánico para dar pureza y naturalidad a los espacios.
El siguiente foco es saber acertar con los materiales y las texturas. Piedras, maderas y toques que evoquen a la naturaleza para crear un espacio y por los tonos tierra y mate para dar armonía a la ducha. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que estos sean resistentes para evitar cambiarlos a mitad de verano. Ahora que ya tenemos decidida la paleta de colores, el estilo y las cosas importantes a las que debemos prestar atención ¡es hora de ponerse manos a la obra!
1. Acierta con la grifería
Las duchas de exterior son muy fáciles y cómodas de montar. Mientras algunas tienen depósitos, otras necesitan ir conectadas a una toma de agua, por eso antes de elegir el modelo, debemos saber cuál será su ubicación para elegir la más adecuada. También será importante colocarla sobre un desagüe para poder canalizar el agua.
¡Y no olvides! Queremos que esta ducha sea tan bonita como resistente, por eso apostaremos por modelos como el Dexter-A4 de la firma Icónico, elaborado en acero inoxidable, para que no se dañe con la exposición a la intemperie, y con acabados en negro mate, para darle el toque de diseño que buscamos.
2. Integra todo el espacio y... ¡que no resbale!
Segundo paso: hora de revestir el suelo. A la hora de decidir cuál será el material con el que revestir el suelo y paredes hay tres pilares fundamentales a tener en cuenta: seguridad, diseño y resistencia. Si queremos un toque exclusivo nuestra elección deben ser los acabados en piedra, con cierta porosidad para evitar resbalones. Aunque una apuesta segura siempre son los acabados en madera, sencillos de instalar y muy resistentes a la humedad, con los que daremos calidad al ambiente.
3. Dale un toque privado y de diseño
Por último, daremos a la ducha un aire exclusivo, elegante y único, ¡así que es momento de ponerse creativos! A través de elementos naturales como el bambú o la madera, podemos jugar con el volumen en torno al estilo eco-chic. Situados en la parte trasera, le darán al espacio un toque más desenfadado y orgánico que remataremos incluyendo alguna planta.
Aunque estemos en el exterior, mantendremos la intimidad del momento ducha privatizando el espacio. Una forma original que no cierra del todo el espacio es utilizar celosías de piedra, como las que presentó el interiorista Erico Navazo en su espacio con Strohm Teka de Casa Decor.