En el corazón de las cocinas habitan estas islas, penínsulas o barras en las que se puede cocinar, limpiar los utensilios o bien sentarse a charlar. En esa multifuncionalidad radica su éxito. De madera, de mármol (una de las tendencias para las cocinas de 2024), curvilíneas o cuadradas, en rojo brillante o en gris, hay una isla para cocina y para cada ambiente.
Como separadoras de espacios, en sustitución de los tabiques, también cumplen una gran función. Hacen de línea divisoria, permitiendo, al mismo tiempo, que se filtre la luz natural y el aire. Sin olvidar que también tienen otra ventaja: amplían el campo de visión en cada casa o piso en el que están pensadas.