Durante décadas, las cocinas eran meros espacios de trabajo, habitaciones que se ubican al final de un largo pasillo que las alejaba de las zonas comunes. Pero los tiempos han cambiado y han ido adquiriendo un peso importante en los hogares. La reducción de los metros cuadrados, el interés creciente por la gastronomía y la evolución de las dinámicas familiares han terminado por cambiar la distribución de las casas para dar a la cocina el mismo protagonismo que al salón. Por eso cada vez más comparten espacios con esta estancia en las denominadas cocinas abiertas. 

Cuando la cocina comparte espacio con el salón se consigue una sensación de mayor amplitud visual, a la par que luminosa, ya que al haber menos compartimentos la vivienda facilita que la luz natural se cuele por más rincones. Además, resulta una solución muy moderna s que favorece la comunicación entre los que están trajinando en los fogones y el resto de los habitantes de la casa o los invitados.

 

En una pared del salón

Un pequeño apartamento sueco que tiene integradas las zonas sociales de salón comedor y cocina, donde los espacios diáfanos son los protagonistas.

MARIA SAHLANDER

La cara b de esta opción son los humos y los olores que pueden expandir por el resto del espacio mientras se preparan los alimentos. Afortunadamente, hay soluciones para solucionarlo como instalar una campana extractora potente, así como adquirir electrodomésticos eficientes y silenciosos que no trasladen los ruidos cuando están funcionando mientras estamos a tan solo unos metros descansando en el sofá.

Para quienes estén pensando en ponerse manos a la obra e integrar cocina y salón en la zona común de su casa, hemos seleccionado diez originales propuestas para darle a este espacio un estilo elegante, original y moderno.

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