Cuando se diseña una cocina pequeña se deben seguir las mismas pautas que cuando se da forma a una de gran tamaño; es decir, debe tener espacio de almacenaje, una distribución eficiente que favorezca un movimiento fluido y que sea un espacio agradable. Hemos hablado con la arquitecta Núria Selva Villalonga, que nos advierte de los errores de distribución y de decoración más comunes en los que se suelen caer. Toma nota de sus consejos para evitarlos.
Los errores habituales
"Uno de los errores más frecuentes es no respetar el flujo natural de trabajo. Aunque el espacio sea reducido, es fundamental mantener una distribución lógica y funcional, donde las zonas de cocción, lavado y almacenaje estén correctamente conectadas.
Otro fallo habitual es no considerar bien la apertura de puertas, de armarios o cajones, electrodomésticos o incluso de paso, lo que puede entorpecer la circulación y hacer que el espacio resulte incómodo o poco práctico. Una buena distribución debe permitir libertad de movimiento y facilitar el acceso a todo.

Las soluciones de almacenaje hasta el techo permiten aprovechar al máximo el espacio
MERITXELL ARJALAGUER
También se tiende a sobredimensionar algunos elementos o a colocar muebles estándar sin adaptarlos a las particularidades del espacio. En cocinas pequeñas, diseñar a medida es clave para aprovechar cada rincón con sentido y evitar zonas muertas.
En cocinas pequeñas, otro error muy habitual es recargar el espacio con demasiados elementos decorativos o accesorios a la vista. Esto genera una sensación de desorden visual y resta amplitud. Para evitarlo, es recomendable optar por una decoración contenida, bien seleccionada y con intención, donde cada pieza sume y tenga sentido dentro del conjunto.
Y también hay que cuidar no descuidar la coherencia estética con el resto de la vivienda. Aunque sea un espacio independiente o técnico, la cocina forma parte de la experiencia del hogar, y debe reflejar la misma línea estética y emocional. Mantener una paleta cromática armónica, materiales nobles y una iluminación cálida favorece esa continuidad".
Planificación, una cuestión clave
"Uno de los errores más comunes en cocinas pequeñas es no optimizar bien el espacio de almacenamiento. A menudo se desaprovechan rincones, alturas o fondos de armario que podrían ofrecer soluciones muy funcionales. Para evitarlo, es fundamental estudiar bien las necesidades reales y diseñar un mobiliario a medida que aproveche cada centímetro. Otro fallo habitual es no prever una correcta circulación o zonas de trabajo poco prácticas.
También se suele subestimar la importancia de una buena iluminación. Apostar por luz natural siempre que sea posible y complementar con una iluminación artificial bien pensada, general y puntual en zonas clave, es básico para que el espacio resulte cálido y funcional.
Por último, recargar visualmente con demasiados acabados o elementos decorativos puede generar sensación de desorden o agobio. Una paleta neutra, materiales coherentes y detalles cuidadosamente seleccionados ayudan a transmitir orden, amplitud y bienestar, sin renunciar al estilo personal".
Recomendaciones para optimizar el espacio
"Optar por soluciones a medida es clave: muebles con profundidad reducida, módulos extraíbles y elementos multifuncionales. Es esencial mantener una distribución eficiente, priorizando una circulación fluida y evitando obstáculos innecesarios. También es recomendable integrar electrodomésticos compactos o panelables para dar una sensación de mayor amplitud".
Las soluciones de almacenamiento más efectivas
"En cocinas pequeñas, el almacenamiento debe estar bien pensado, ser funcional y estéticamente integrado. La clave está en aprovechar al máximo el espacio vertical y en profundidad, sin comprometer la ligereza visual del ambiente.
Una de las soluciones más efectivas es el mobiliario a medida que llega hasta el techo, permitiendo guardar lo menos utilizado en las zonas altas. Los módulos extraíbles, los cajones con compartimentos interiores y los sistemas de apertura tipo persiana o push también optimizan el acceso sin necesidad de grandes recorridos.
Los rincones, a menudo desaprovechados, pueden convertirse en puntos muy útiles si se diseñan con soluciones giratorias, bandejas extraíbles o muebles en ángulo. También funcionan muy bien las barras metálicas en la pared o baldas abiertas con elementos decorativos que, además de prácticos, aportan calidez y personalidad.
Por último, integrar los electrodomésticos y ocultar lo que no aporta valor visual, como pequeños electrodomésticos o productos de limpieza, ayuda a mantener el orden y la armonía del conjunto. El equilibrio entre funcionalidad y estética es lo que transforma una cocina pequeña en un espacio realmente acogedor y eficiente".

"Recargar visualmente con demasiados acabados o elementos decorativos puede generar sensación de desorden o agobio", dice la experta
Pere Peris
Los muebles más adecuados
"Los muebles modulares y con doble función, como mesas abatibles o barras integradas, son una excelente opción. En cuanto a los electrodomésticos, se recomienda optar por modelos compactos, multifunción o integrados, como hornos con función de microondas o placas de inducción con extractor incorporado".
Una gama cromática bien pensada
"La elección de colores y acabados es fundamental en cocinas pequeñas, ya que influye directamente en la percepción del espacio, la luz y la sensación de orden. Apostar por una paleta neutra y coherente permite crear una atmósfera serena y amplia, donde los elementos no compiten entre sí, sino que se integran con naturalidad.
Los tonos claros reflejan mejor la luz, tanto natural como artificial, y contribuyen a que el espacio se perciba más luminoso y abierto. Las cocinas en monocolor funcionan especialmente bien en este sentido. Sin embargo, esto no implica renunciar a los contrastes: pequeños toques en tiradores, grifería o revestimientos pueden aportar profundidad y carácter sin romper la armonía.
Los acabados también desempeñan un papel determinante. Las superficies mate aportan calidez y evitan reflejos excesivos, mientras que los materiales naturales como la madera o la piedra suman textura, autenticidad y una conexión emocional con el espacio".
Iluminación, clave
"La iluminación es una herramienta fundamental en cocinas pequeñas, no solo por su función práctica, sino por su capacidad de transformar la percepción del espacio y generar sensaciones. Una iluminación bien diseñada puede hacer que una cocina parezca más amplia, acogedora y armoniosa.
Lo ideal es combinar distintos tipos de luz: una iluminación general uniforme que evite sombras, una luz puntual que refuerce las zonas de trabajo (encimera, fregadero, fuegos) y, si es posible, una iluminación ambiental más cálida que aporte intimidad, sobre todo en cocinas abiertas al salón o al comedor.
Los perfiles LED empotrados o bajo los muebles altos son una solución muy eficaz para iluminar sin invadir, mientras que una lámpara decorativa puede aportar personalidad y calidez. Siempre es recomendable optar por temperaturas de luz cálida, que respeten los tonos de los materiales y favorezcan una atmósfera agradable".

Las cocinas pequeñas deben mantener la estética del resto de la vivienda.
MERITXELL ARJALAGUER /Proyecto: Núria Selva
Las cocinas abiertas
"En espacios reducidos, las cocinas de concepto abierto son una solución muy eficaz para ganar amplitud visual y favorecer la entrada de luz natural. Sin embargo, este tipo de distribución exige una planificación muy cuidada: es esencial que la cocina se integre armónicamente con el resto del ambiente, tanto a nivel estético como funcional.
Para lograrlo, recomiendo utilizar materiales nobles, una paleta cromática coherente con el espacio contiguo y electrodomésticos integrados que se mimeticen con el mobiliario. Así se evita la sobrecarga visual y se refuerza la sensación de continuidad.
En algunos casos, una solución intermedia, como cerramientos sutiles de vidrio, celosías o muebles bajos, permite mantener cierta separación sin renunciar a la conexión espacial. Al final, se trata de encontrar el equilibrio entre apertura, orden y coherencia visual para que el espacio transmita calma y bienestar".
Espacios con personalidad
"Para reflejar el estilo de quien habita el espacio sin recargarlo, es recomendable partir de una base neutra y atemporal, y añadir toques personales a través de los detalles.
Pueden incorporarse elementos con textura o carácter, como tiradores especiales, revestimientos en cerámica de pequeño formato, piedra natural o mármol con una veta pronunciada, una lámpara con presencia, estanterías con piezas decorativas cuidadosamente seleccionadas, una obra gráfica o algún contraste en blanco y negro. Todo ello contribuye a transmitir identidad sin saturar el ambiente.
Además, mantener el orden y evitar la acumulación visual es clave para que el estilo no se diluya en el ruido. En definitiva, se trata de seleccionar con intención, cuidar la composición y dejar que la personalidad se exprese desde la sutileza y el detalle".