Pocas veces un trabajo ha tenido un carácter fundacional tan claro para la trayectoria de un arquitecto como la rehabilitación integral de este caserío del siglo XVI en Muruzábal de Andión, Navarra. Fue su encargo lo que decidió a Lourdes Martínez Nieto a dar el salto en solitario y crear su propio despacho en 2017 tras haber estado en estudios internacionales como Foster+Partners y Conran+Partners.
El entorno la cautivó desde el primer momento por su valor histórico –la fachada tiene incrustada una estela romana catalogada como patrimonio– y el conjunto que forma con una ermita románica anexa.
El edificio, de 450 m2 , solo mantenía la piel de mampostería de piedra; el interior estaba vacío. La premisa del cliente era aportar luz aquí, debido a su escasez por el espesor de los muros y la disposición de los huecos.
"El concepto surgió de esta necesidad, y para ello planteamos dos vacíos de gran escala y amplitud que organizan el espacio y sus usos", señala la arquitecta. El vacío principal consiste en la apertura de tres alturas, que aloja la zona pública en planta baja –salón, comedor y cocina– y organiza los recorridos en altura de la vivienda.
El vacío secundario ocupa dos alturas y crea una zona semipública de mayor privacidad. Un gran cubo blanco parece levitar sobre el vacío principal. Como en un juego de matrioskas, ese volumen, al que se accede por una escalera volada, contiene las zonas privadas en cajas de madera, unas dentro de otras. En el segundo nivel se ubican la suite principal y la de invitados, mientras que la última planta acoge otros cuatro dormitorios con sus respectivos baños.
Toda la materialidad responde a esta dualidad entre vacíos/zonas públicas y llenos/zonas privadas: en las primeras la protagonista es la piedra, mientras que en las segundas es la presencia y ausencia de la madera la que marca el tono.
El propietario había trabajado antes nada menos que con Alberto Campo Baeza, por lo que asumir este encargo fue un reto para Lourdes. "Ha sido mi obra más compleja hasta la fecha, pero también una a la que tengo más apego", concluye la gallega.