Construido en 1908 para ser una fábrica, el Silk Building se rehabilitó en la década de 1980 para convertirse en un edificio de apartamentos de lujo que, desde entonces, ha contando con una lista envidiable de celebridades como Keith Richards (guitarrista de los Rolling Stones) recorriendo sus pasillos. Fue la icónica Cher, de hecho, la primera propietaria del ático y la que estrenó su nueva función como vivienda, hasta que lo vendió en 1990.
Debido a su situación entre el Greenwich Village y el East Village, el barrio NoHo de Manhattan donde se ubica el edificio con servicio de portero 24 horas, es también hogar de ilustres residentes de Nueva York, como la modelo Gigi Hadid o la actriz de Sexo en Nueva York, Cynthia Nixon.
Años más tarde de despedirse de Cher, el piso se convirtió en escenario de los entrenamientos de coreografía de Britney Spears durante los cuatro años que lo habitó. Fue ella quien, tras comprarlo siendo un duplex, unió dos apartamentos para convertirlo en la vivienda de cuatro plantas que es ahora, con más de 1000 metros cuadrados y un precio de venta de 6,995 millones de dólares.
Unas credenciales más que suficientes para afirmar que esta vivienda supone un amuleto de creatividad para sus futuros dueños.