Con un emplazamiento urbano que ofrece la comodidad de tener tiendas y restaurantes cerca, esta casa de la localidad californiana de Santa Mónica se ubica a solo unas manzanas  de distancia de las suaves y arenosas costas de la extensa costa del Pacífico. La vivienda ha sido proyectada por el equipo de Walker Warner, que buscaban tener un hogar abierto a familiares y amigos, "un lugar informal en el que compartir una comida casera o escuchar música antes de ir a la playa con una tabla de surf bajo el brazo", explican desde la firma de arquitectura.

Uno de los objetivos del estudio es que la casa fuera versátil y por eso se pensó en su eficiencia y en hacer que sirviera para acoger tanto a una persona como a un grupo, lo que permite tanto la privacidad como la reunión. A través de una paleta de colores, en gran parte monocromática y un cuidadoso equilibrio entre la privacidad y la apertura, esta casa rebosa calma y sosiego y ha sido concebida para ofrecer un respiro y refugio con estilo contemporáneo.