El impresionante distrito 10 de París, en el Canal Saint-Martin, es conocido por su arquitectura característica del siglo XIX, un legado del estilo Haussmann que perdura en la Ciudad de la Luz. Dentro de un majestuoso edificio Haussmanniano, de techos altos y elegantes molduras, se esconde un apartamento que ha sido transformado en una obra maestra del diseño contemporáneo. Con 150 metros cuadrados cuidadosamente distribuidos en una entrada, una cocina, un comedor, una sala de estar, una sala de lectura, un dormitorio, dos baños, un vestidor y una oficina, esta vivienda representa la culminación de la visión del arquitecto Rodolphe Parente y su enfoque único hacia la creación de espacios que combinan la herencia histórica con el arte vanguardista.
El estilo Haussmann, intrínseco a París, es una amalgama de elegancia clásica y grandiosidad. Las altas ventanas, los amplios espacios y la atención al detalle son elementos emblemáticos de este estilo. Para Rodolphe Parente, abordar un proyecto en un edificio Haussmann significaba abrazar esta riqueza histórica y llevarla a una nueva dimensión. Según el arquitecto, "cada nuevo proyecto implica la búsqueda del tono adecuado y una reflexión sensible para adaptarse al estilo de vida y gustos del cliente".
Manteniendo la esencia
En esta particular transformación, el reto consistió en mantener la vibrante esencia parisina del lugar mientras se infundía un tono radical de gusto artístico. El arquitecto se embarcó en una apasionante misión de diálogo entre las piezas existentes y el diseño interior, junto con la colaboración activa del cliente, un amante del arte y el diseño. El resultado es un espacio donde la arquitectura y el arte convergen de manera armoniosa.
Rodolphe Parente es conocido por su enfoque artesanal en cada proyecto, y esta vivienda no fue la excepción. La colaboración con el estudio de pintura contemporánea Redfield & Dattner dio como resultado una pared entre la cocina y el comedor que evoca la técnica del sfumato, creando una atmósfera envolvente y única. La cocina, que es el lugar favorito de Parente en este proyecto, se presenta como un bloque de acero inoxidable que desafía y reinterpreta el ambiente Haussmanniano circundante.
Artesanía local
Además de su pasión por el diseño, Parente se enorgullece de su compromiso con la sostenibilidad. "Trabajo con artesanos franceses en cada uno de mis proyectos, buscando la calidad del producto y una práctica arquitectónica sostenible", afirma. Esta filosofía se refleja en la elección de materiales expresivos y en la creación de espacios que invitan a perder la percepción de los límites entre habitaciones y volúmenes.
En última instancia, este apartamento es una historia que se desarrolla en múltiples capítulos, desconectada de cualquier estilo rígido, pero impregnada de una narrativa contemporánea. "En mis diferentes proyectos me gusta hacer que la gente pierda la percepción de los espacios y los volúmenes. Este apartamento es un verdadero trabajo sobre la porosidad entre cada espacio y los flujos. En cada uno de mis proyectos, y en este en particular, me interesa crear historias desconectadas de cualquier estilo manteniendo la narrativa contemporánea".