Cuando por motivos laborales, tu vida transcurre viajando y subiéndote a un avión, cuando buscas establecerte y tener tu propia casa, puede ser una buena idea que ésta se encuentre cerca del aeropuerto, así ahorras en tiempo de desplazamientos. Eso es lo que pensó el propietario de esta vivienda, que decidió asentarse junto a su familia en una antigua casa adosada casi con vistas al aeropuerto de Praga y recurrió al equipo de No Architects para que la reconstruyera y la diseñara a la medida del cliente.

"Se trata de una casa adosada de tres plantas con sótano semicerrado, con jardín delantero y jardín trasero, y desde las plantas superiores se abre una vista al paisaje de la montaña Bílá Hora (escenario de una famosa batalla). Pese a las muchas ventajas de la casa, era necesario demolerla de forma parcial, reconstruirla y reequiparla completamente con infraestructura del siglo XXI para poder explotar realmente todo su potencial residencial", tal como cuentan los arquitectos que también se encargaron del interiorismo de la casa "para que sus habitantes pudieran vivir en ella como si estuvieran en unas vacaciones interminables", apuntan.