El estudio de interiorismo Vives St-Laurent, fundado en el año 2018 y especializado en el diseño de espacios residenciales y comerciales, ha sido el encargado de llevar a cabo la reforma de esta vivienda de 290 metros cuadrados, ubicada en Saint-Bruno, en la costa sur de Montreal. Su enfoque combina la estética y la funcionalidad para crear espacios de calidad, sencillos y aerodinámicos, y busca escuchar las necesidades de sus clientes para crear zonas de trabajo eficientes y cómodas.
La Residencia Montpellier, que se encuentra situada en un entorno pintoresco con calles sinuosas, fue construida a finales de la década de 1960 por un arquitecto local. En la actualidad, forma parte del patrimonio cultural como un ejemplo icónico de la estética de mediados de siglo en Quebec. Cuando los clientes contactaron con el equipo de Vives St-Laurent, expresaron su deseo de conseguir un espacio que reflejase su identidad, de manera tanto atemporal como única. Además, como solicitud adicional, también les pidieron que se quedasen en la casa durante unos días para comprender mejor su ambiente y funcionalidad.
El principal desafío para el equipo de diseño fue lograr una transformación significativa que conservase la estética arquitectónica establecida por el arquitecto original de la vivienda. "Esta residencia moderna, característica de los bungalows norteamericanos, destaca por su juego volumétrico y sus líneas limpias", explican desde el estudio. El proyecto se centró principalmente en la renovación de las zonas de día: vestíbulo, cocina, comedor, salones y baño. Por otra parte, también se realizaron diversas mejoras para aumentar la sensación de confort y comodidad, como por ejemplo, abrir la cocina para dar vista al patio y potenciar la entrada de luz natural en la casa.
La reforma partió del vestíbulo, que conecta los patios de la propiedad, definiendo la división entre las zonas de día y de noche. En cuando al suelo de esta estancia, la piedra de pizarra se restauró para conservar su textura natural y atemporal. También es importante destacar el hecho de que decidieron conservar el tragaluz y el revestimiento del techo de madera oscura, para respetar los acabados originales de la casa. Además, realizaron nuevas aberturas en la fachada trasera para iluminar la residencia, ofreciendo vistas de la naturaleza circundante.
El resultado final ha sido una casa renovada con pasión, diseñada para una familia de cuatro personas, que conserva a la perfección su encanto y estilo mid century, al mismo tiempo que potencia y mejora los espacios interiores.