En este edificio de Barcelona una discreta fachada exterior esconde una casa que gira completamente en torno a un patio. Gracias a una carpintería casi invisible y a una arquitectura llevada a su mínima expresión, obra del equipo de Arquitectura-G, todo se ha enfocado a la conexión con el exterior, a pesar de contar con handicaps como encontrarse entre dos edificios y encontrarse en pendiente.
Según explican desde el estudio, el proyecto (bautizado como Casa Costa) comenzó de una manera completamente distinta: se trataba de una rehabilitación de una casa que, finalmente y debido a diferentes patologías, se tuvo que derribar. Sin embargo, el que girase en torno a un patio siempre fue una de las ideas originales así que se mantuvo esa filosofía.
Los propietarios, una familia pequeña de profesiones del diseño con hijos, les dieron una gran libertad a la hora de intervenir más allá de las necesidades básicas. "No había peticiones concretas, solo sacarle provecho a la parcela y cierto número de dormitorios, partiendo de la base de espacios abiertos". Así, en la nueva construcción la vivienda solo cuenta con dos fachadas, una a la calle y otra interior abierta a un patio. Dentro, la casa se abre al patio a través de unas ventanas que casi desaparecen gracias a una carpintería que sustituye las paredes creando un porche para la casa. "De alguna manera es como si tuvieras un pequeño jardín", señalan.