Situada en el paisaje montañoso de la región de Estrie, en los municipios del este de Quebec, se encuentra esta casa que se alza firme sobre una pequeña meseta en medio de colinas onduladas. Se llama La Pasarela y es la nueva residencia principal de dos diseñadores apasionados y entusiastas del aire libre que confiaron en Luc Plante architecture + design para que ideara su refugio, una acertada combinación de arquitectura con naturaleza.
Tras un minucioso estudio de la topografía, los arquitectos se convencieron rápidamente de que las pronunciadas curvas del terreno debían ser sus musas. El resultado es una estructura repleta de líneas audaces y volúmenes atrevidos.
Conectada a las dos colinas que conforman el paisaje, la vivienda de tres plantas se extiende hacia el frondoso bosque canadiense. Para contrarrestar la imponente altura de la casa, el estudio ha incorporado un cenador y ha jugado con los cambios de materiales de un piso a otro. El resultado es una casa familiar, un remanso de paz bañado por la luz natural que ofrece un interior armonioso en tonos neutros.