Respetar la arquitectura tradicional de esta 'possesio' del siglo XVII fue el mayor reto para los diseñadores y arquitectos que emprendieron la transformación de Les Cases de Son Serra, dos edificaciones adjuntas ubicadas en la Sierra de Tramuntana, en Mallorca. A nivel arquitectónico, el arquitecto Bernardo Oliver Jaume, del estudio BoArq, realizó una reahabilitación minuciosa de las edificaciones respetando los elementos catalogados y la esencia original. En cuanto al interiorismo, a cargo del estudio BonVivant Concept, el estilo conseguido es un rústico renovado muy especial. "En todo momento hemos querido reflejar la tradición desde una lectura contemporánea, mezclando lo rústico, con toques art nouveau desde una visión minimalista", explican los interioristas.
La historia de este lugar se remonta al año 1773, cuando era una finca agrícola donde se producía trigo, cebada, algarrobas y aceitunas, nos cuentan. Con el paso de los años, las edificaciones sufrieron muchas edificaciones y añadidos, como un curioso reloj de sol del año 1867 en la fachada del bloque central. "En esta construcción, a la izquierda de la entrada, se encontraba la humilde cocina tradicional mallorquina con un gran hogar donde se cocinaba con el fuego de leña. En esa misma zona encontramos ahora la chimenea, inspirada en la antigua cocina existente", nos cuentan desde BonVivant. El otro edificio, de 1909, muestra un estilo más moderno, con elementos neogóticos y modernistas. También en él se han basado los interioristas para generar un diálogo entre el pasado y el presente.
La reforma que solicitaron los propietarios (una familia numerosa que quería una casa de vacaciones) fue integral, a nivel arquitectónico, "realizándose apeos en cada planta, sustituyendo forjados intermedios y recuperando materiales del antiguo edificio tales como vigas de madera, losas de piedra caliza de los depósitos de aceite, picas de piedra, etcétera. Teníamos la obligación de conservar la arcada de la planta piso, el reloj de la fachada y la carrera de la entrada principal", explican los arquitectos de BoArq. En planta baja se recupero la comunicación con la antigua “tafona” (que no estaba catalogada pero hicimos lo posible por recuperarla) y comunicándose las diferentes estancias para darles uso de comedor, cocina estar, vestíbulo entrada y zona de chimenea. "Además hay un distribuidor donde se ubica el ascensor, aseo de cortesía, despensa y cámara frigorífica. Por último, se dejó un dormitorio con acceso directo desde el exterior y que comunica interiormente por la tafona. En la planta primera se ubica el dormitorio principal con su vestidor, baño, porche que da a la arcada, además de otros tres dormitorios con sus respectivos baños. Por último en planta piso segunda hay una sala y cuatro dormitorios", detallan. "La buena sintonía con la empresa constructora Consfutur, con los diseñadores Bon Vivant, los industriales que han intervenido y Bisanyes (paisajismo) hicieron que fuera una experiencia muy grata", señalan los arqutiectos.