Esta vivienda, ubicada en un edificio de principios del siglo XIX del distrito Bubeneč de Praga, pertenece a una pareja que encargó al estudio Malfinio que la adaptara tanto a sus gustos como a sus necesidades vitales con dos hijos muy pequeños. "El encargo era muy definido: los clientes querían un suelo de baldosas de cemento con un patrón distintivo de estrella de cuatro puntas, una isla de cocina con espejo y la incorporación de varios muebles que venían de otro lugar", cuentan los artífices del proyecto. El resultado es una vivienda de 123 metros cuadrados sofisticada y señorial.