Tanto a nivel fachada como en cuant a interiorismo, se buscaba una solución que salvara los obstáculos que presentaban ambos pero creando un hogar cálido y espacioso. ¿Y cómo lo resolvió el estudio belga DéDal architectes? Con altura. De hecho, con varias alturas, en volumetrías y ganando intimidad según se suben pisos. Nos cuentan cómo, que no es una canción de Rosalía. "La vivienda se encuentra en una calle formada por casas adosadas, en un cambio significativo en las alineaciones de los frentes de los edificios entre la parte alta y la parte baja de la calle. Precisamente buscando la integración con los edificios existentes, la nueva volumetría juega con esta diferencia de desalineación y crea un pliegue en la fachada frontal que compensa tanto los desfases de profundidad como las alineaciones de los niveles de cornisa".
En el interior, los espacios se suceden en un trabajo de secuencia en medios niveles, o más bien en cuartos de niveles. Articulado por elementos de mobiliario integrados, las diferencias en las alturas de los pisos permiten organizar los ambientes de vida de una manera muy abierta. Hay muy pocas particiones y la intimidad gradual se crea por el ascenso gradual de las plataformas.
"Este juego de niveles y aperturas de espacios también es perceptible en la fachada, y los materiales han sido elegidos para retomar la expresión de la estructura de la construcción de entramado de madera. A este nivel, la fachada posterior y la mayor parte de la fachada frontal se componen de fachadas cortina y revestimiento en madera de Cedro Rojo. Se pretende así que el color del material evolucione con el tiempo en variaciones de tonalidad que se integrarán con los colores de las fachadas existentes de las otras casas colindantes".
A pie de calle, la base estructural de mampostería y hormigón pide un tratamiento diferente de la fachada, y para expresar esta base mineral, la elección recayó en un azulejo ligero.
En el interior, madera, ladrillo visto y grandes ventanales, se van confundiendo y conformando las distintas alturas que no llegan a comunicarse unas a otras visualmente por "crecer" en vertical pero que sin embargo, logran que la luz fluya de manera natural y todos los espacios estén, de alguna manera, conectados sin llegar a confundirse. Nunca tan pocos materiales dieron tanta calidez a un hogar.