Después de décadas separado de su madre viviendo en el extranjero, el propietario de esta casa en Bangkok quería volver a convivir con ella en armonía. Para ello, la vivienda que se ha construido sobre su casa de toda la vida se ha adaptado a ambos, una persona joven y una mujer en la tercera edad, y a sus diferentes necesidades. La solución más lógica ha sido separar el espacio en dos niveles.
Según explican desde AUN Design Studio, estudio encargado del proyecto, uno de los principales leit motivs del nuevo diseño de la vivienda de más de 180 metros cuadrados fueron los recuerdos que ambos crearon a lo largo de los años en ese vecindario, tanto dentro como fuera de la casa. Por eso, la vivienda se colocó en el centro del jardín, generando un espacio abierto, y dejando que entre la luz natural y el viento.
En general, la casa se ha erigido con materiales y colores sencillos optando además por conservar la superficie de hormigón del edificio sin pintarla y añadiendo un color gris oscuro para los marcos de las puertas. De hecho, las puertas son un elemento especialmente importante: cuando están abiertas, las del comedor a ambos lados de los jardines crean un ambiente ideal para relajarse, descansar y socializar.
La planta baja sirve como vivienda propia de la madre e incluye un área común, una cocina y un comedor, mientras el piso de arriba es un espacio privado para el hijo. Inspirada en el origami, la escalera que une ambos pisos se ideó como una escultura, casi una obra de arte. Hecha de acero perforado se convierte en un elemento semitransparente y todas sus láminas están suspendidas del segundo piso, flotando sobre los primeros tres escalones de hormigón.
El segundo piso sirve como casa del propietario: un joven al que le encanta estar junto a sus amigos de la infancia. Es un espacio diseñado para facilitar la socialización, incluyendo un lugar para ver el fútbol sin molestar a su madre. Así, este piso cuenta con sala de estar, bar, un pequeño balcón y un baño de invitados completo con ducha oculto detrás de la barra. El dormitorio está ubicado en el lado opuesto de la sala de trabajo, con las mejores vistas de la casa. Sobre el vestidor y el baño cuenta además con una zona de relajación para yoga o meditación.
En cuanto al interiorismo de la vivienda, se han elegido pocos muebles capaces de adaptarse a un presupuesto ajustado. Además, de este modo en todo el interior se presta especial atención a la arquitectura dejando a la vista superficies, paredes y techos con mortero desnudo. Por su parte, las paredes se han pintado de blanco para crear una sensación de comodidad visual.