En un ejemplo de arquitectura respetuosa con el entorno, la arquitecta quebequesa Natalie Dionne ha diseñado una casa muy moderna en una zona boscosa de Eastern Townships, a unos 100 kilómetros al sudeste de Montreal, elevada tres metros sobre finos pilares no solo para disfrutar de mejores vistas y luz natural, sino para dejar intacto el terreno rocoso sobre el que se asienta. Para integrarla todavía más en el entorno, tanto la estructura de la vivienda como su revestimiento exterior y sus superficies interiores se han realizado con madera, combinada con hormigón y acero. Con una superficie total de 215 metros cuadrados, la casa se distribuye en un nivel inferior donde se encuentra el acceso y una habitación con literas que puede acoger hasta 10 invitados, y el nivel principal donde se ubican las zonas de día y la suite de los propietarios distribuidos a ambos lados de la escalera. Las grandes aberturas permiten una relación íntima de la casa con el paisaje.
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