Estamos ante una vivienda reformada que es al mismo tiempo un homenaje al gran Josep Lluís Sert, que construyó el edificio. El proyecto de interiorismo del estudio Àbag liderado por Abel Pérez Gabucio está lleno de referencias a los diseños de Sert, además de preservar las vueltas de hormigón del techo. Organizado para las necesidades de una familia de nuestra época, el piso cuenta con una cocina especial, una zona destinada a los desayunos con invitados perfectamente integrada en el comedor, y otra área técnica que puede cerrarse para los quehaceres gastronómicos. Los originales microespacios se han abierto y comunican las fachadas norte y sur y proporcionan una perspectiva más amplia de los jardines. Biombos correderos separan esos espacios mínimos, pero sin anular la circulación de luz natural. Detalles que escenifican sutilmente el homenaje: la lámpara que comunica las dos plantas evoca un móvil de Calder, gran amigo de Sert.