Emplazada en uno de los paisajes más vírgenes de Colorado, en el corazón de las Montañas Rocosas, se esconde esta casa de vacaciones proyectada por el estudio de arquitectura Noa y diseñada para albergar a tres generaciones. El proyecto reinterpreta la icónica tipología A-frame o fachada en forma de A, que se ha convertido en un símbolo americano de las escapadas de fin de semana y la ha convertido en una sofisticada serie de espacios privados y comunitarios. Tomando la forma de un prisma triangular de 30 metros de largo atravesado en varios puntos por volúmenes de la misma geometría, la casa ofrece un acogedor refugio donde uno puede reunirse en familia y reconectarse con la naturaleza.