Nadie diría que esta casa está en las afueras de Barcelona. Entrar en ella transporta a un pequeño cottage de Inglaterra. Su estilo de cubierta a dos aguas rodeado de vegetación y una romántica entrada invitó a la arquitecta Andrea Arqués a hacer una reforma de inspiración british en la que no faltan los colores alegres que se combinan con los tonos provenzales. Su experiencia trabajando para estudios como Atelier Jean Nouvel, WIT o Katty Schiebeck, y ahora el suyo propio, A Studio, le ha llevado a idear una casa que parece que siempre ha estado ahí pero modernizada.