Dar equilibrio a los espacios pequeños de la planta triangular, simplificar, aprovechar el espacio y capturar la luz eran los objetivos del estudio de arquitectura Forma al ejecutar la reforma de esta vivienda de 90 metros cuadrados ubicada en el centro histórico de Vilanova i la Geltrú, una localidad costera cercana a Barcelona.
"En una planta de dimensiones tan extrañas la idea ha sido simplificar al máximo los espacios", explican desde el estudio que ha conseguido una casa de espíritu mediterráneo en la que el color blanco y la madera se han combinado para transmitir serenidad y la sensación de hogar que buscaba el cliente: "Al acabar el proyecto querían estar por ejemplo cocinando, mirar el espacio y notar esa confortabilidad de estar en casa. Su hogar ideal era luminoso, apacible y sensitivo", apunta Adrián Elizalde, arquitecto de Forma.