La Gran Recesión de 2008 fue lo que empujó a los arquitectos Aleix Gimeno y Marc Albiol a replantearse un año más tarde el futuro de su estudio de arquitectura Play-Time. Empezaron a crear imágenes para diferentes estudios de arquitectura y fue así como pasaron a convertirse en un referente de la visualización arquitectónica. «Hemos logrado ofrecer un servicio mucho más creativo y estético –explica Gimeno–, apoyado en los tres socios que estamos actualmente en la empresa (en 2019 se incorporó como socio Josep Cañones); casi todo nuestro equipo está formado por arquitectos para poder entender, dialogar y proponer soluciones a los proyectos que están sobre planos, sobre ideas o conceptos. Nuestra especialización en fotografía, composición e iluminación dota a las imaágenes de intención sensibilidad y emoción».
El proceso aparentemente es sencillo: el estudio de arquitectura que acude a Play-Time les presenta su proyecto y ellos se encargan de darle vida y construir con la ayuda de programas informáticos una realidad que no existe.
«Nosotros somos especialistas en imagen y al desarrollar la recreación preguntamos y asesoramos sobre los puntos de vista, la iluminación o las texturas, entre otros aspectos esenciales que interfieren directamente en la calidad de la imagen para poderlas dotar de intención y emoción. Durante estos diez años han aparecido dos hermanas de Play-Time, una más enfocada a los proyectos inmobiliarios, Bside visuals, y otra capaz de trasladarte al interior de una vivienda a través de las gafas de realidad virtual, Be-Are».
¿Y qué sucede con estas imágenes? ¿Terminan convirtiéndose en realidad? Aleix Gimeno asegura que algunos de los proyectos sí se concretan físicamente. «No sé exactamente qué porcentaje, porque no siempre nos comunican si han ganado el concurso, pero creo que debe estar alrededor de un 10% los proyectos finalmente construidos. Ten en cuenta que para cada concurso se presentan muchos proyectos y sólo lo puede ganar uno. Además, una vez ganado un concurso queda por ver cómo evoluciona el proyecto; las diferentes normativas y legislaciones pueden afectar al proyecto para que se acabe llevando a cabo. En el caso de que se acabe construyendo, puede que la realidad quede muy lejos del proyecto original y otras veces, en cambio, son muy fieles a la idea original, como es el caso, por ejemplo, de Can Llimona, la casa del Maresme que visualizamos para Mesura».
Los mayoría de los proyectos con los que trabaja Play-Time son internacionales, pero entre los estudios de arquitectura españoles que figuran como clientes suyos se encuentran EMBT, OAB, Josep Ferrando, Vázquez Consuegra, Cruz y Ortiz, Nieto Sobejano, BAAS, PMMT, Mateo Arquitectura, los ya citados Mesura o el Ayuntamiento de Barcelona. ¿Y qué ha sido de los proyectos arquitectónicos propios, los que se dejaron de hacer con la crisis de hace doce años? «En un primer momento sí nos planteamos compatibilizar el desarrollo de nuestros proyectos arquitectónicos con los trabajos de visualización arquitectónica para terceros –explica Gimeno–, pero en la actualidad nos centramos exclusivamente en la recreación de proyectos ajenos. Ellos nos comunican su idea y nosotros la convertimos en imágenes que cuentan historias».