Un campus vertical para el Instituto de Empresa (IE), una clínica de medicina deportiva para el Grupo Quirón y una gran zona comercial. Con su característica forma de T invertida, el nuevo rascacielos ideado por los estudios Fenwick Iribarren y Serrano-Suñer que se unirá a las Cuatro Torres de Castellana, en el distrito financiero del barrio de La Paz o la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, ocupará el terreno que hoy alberga los cimientos de un Centro Internacional de Convenciones que nunca llegó a terminarse.
La torre Caleido, con 181 metros de altura, se dividirá en dos espacios: una base de 20 metros y cuatro plantas (280 metros de largo por 60 de ancho) y una torre de 161 metros y 36 plantas. La base albergará las zonas comunes del campus, como polideportivo, piscina, auditorio, biblioteca y comedores. También habrá un aparcamiento.
Caleido se instala en un solar, de 66.972 metros cuadrados, que a día de hoy sigue siendo una brecha urbanística entre el final de Castellana y las actuales cuatro torres (además de un agujero de 80 millones de euros en el erario público del consistorio madrileño). La mayor parte de este terreno se dedicará a zonas verdes ajardinadas (33.647 m2) y el resto a la dotación del inmueble.
Como indica el arquitecto Fernando Serrano Suñer este proyecto “que se inspira en algunos campus similares en Tokio y en Chicago, permitirá conectar la zona de la plaza con Montforte de Lemos con las cuatro torres, a través del nuevo edificio y del gran espacio verde”.
La ecoeficiencia es uno de los principios de diseño clave para este proyecto, que espera conseguir la clasificación LEED Gold: a sus extensas zonas verdad, une su alto porcentaje de vistas al exterior en los diversos compartimentos (un 90%), lo que garantiza un 75% del área total del inmueble iluminado con luz natural y una ventilación natural un 30% superior al límite establecido. Además, Caleido contará con un sistema de climatización e iluminación eficiente y griferías y sanitarios de bajo consumo.
La inmobiliaria Espacio, filial del grupo Villar Mir, junto al grupo filipino Megaworld, invertirán unos 300 millones de euros para sacar adelante esta iniciativa que se desarrolla sobre terrenos que siguen siendo propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que los ha cedido (a cambio de un canon de 4 millones de euros anuales) por un periodo de 75 años.