Según National Geographic, este es el pueblo más bonito de España para visitar en el mes de marzo (y está en Tarragona)

Con la llegada del buen tiempo, cada vez apetece más hacer alguna escapada. Y, para ello, Siurana es una opción ideal. Su valor histórico y belleza paisajística únicas lo convierten en uno de los pueblos con más encanto de Catalunya. Esta localidad situada en el municipio de Cornudella de Montsant fue el último conducto sarraceno tras la Reconquista.

Su importancia anecdótica, junto con las impresionantes vistas que rodean a la localidad gracias a la Sierra de Montsant, la Gritella y las Montañas de Prades, le han conseguido el título de Conjunto Histórico y Paisajístico. 

 

 

El papel histórico de la Reconquista

El lugar más álgido de Siurana alcanza los 730 metros sobre el nivel del mar, lo que lo consagra como uno de pueblos de mayor altura de España. Ha sido justamente esta característica la que le ha proporcionado una ventaja en cuestiones bélicas. 

Este punto estratégico para la vigilancia fue ideado cuando en el siglo IX, los árabes crearon la fortaleza de origen andalusí. El castillo llevaba el nombre de Hans Xibrana, y se mantuvo en ocupación árabe durante tres siglos, hasta que fue conquistado en el 1153. 

Siurana desde las alturas

Una de las anécdotas más populares de la localidad es la que hace referencia a la roca conocida como Salto de la Reina Mora. Según la historia popular, la reina mora Adbelazia saltó desde uno de los acantilados de Siurana junto con su caballo para huir de los cristianos que ya habían empezado a someter a sus compañeros. Al saltar, el caballo dejó marca en la roca en cuestión y hoy en día es uno de los lugares más aclamados de Siurana. 

Un pueblo con mucho encanto

La fortaleza que un día fue la seña de identidad de este pueblo fue dañado durante la Reconquista y también sufrió pérdidas con las tropas de Felipe IV en el siglo XVII. No obstante, aún se puede observar la mayor de las torres y algunas de las salas se conservan al inicio del pueblo. 

Sin duda, uno de los edificios más aclamados de Siurana es la iglesia de Santa María, una construcción románica que data del siglo IV. Su encanto medieval aún se conserva en las arquivoltas de medio punto, en las columnas con capiteles, y en la nave y el ábside semicircular. 

Pantano de Siurana 

Belleza natural en el pantano

El pantano de Siurana es una de las joyas de esta localidad. Ofrece varias posibilidades para disfrutar del paisaje practicando deporte, como kayak o navegar en canoa. Es una forma de lo más original para descubrir los rincones del pueblo. 

El senderismo es otro de los deportes que más practican tanto locales como visitantes. Y una de las rutas más famosas es la que acaba en la cascada conocida como el Toll del Forn. 

Una de las calles principales de Siurana, en piedra

La gastronomía que rodea la zona

Al visitar Siurana, es recomendable hacer una ruta por la comarca del Priorat y los entantos que se encuentran a su alrededor. Muy cerca de este pueblo, se encuentra Cornudella de Montsant, una opción indispensable para los amantes de la gastronomía.

Esta localidad destaca por el restaurante Quatre Molins, que luce su estrella Michelin con orgullo, y por su bodega cooperativa, una de las catedrales del vino de Catalunya. 

Celler Cooperatiu Cornudella de Montsant

Las delicias del Priorat

Explorando la zona, se encuentra una gran variedad de rincones que merece la pena visitar. Este es el caso de la Cartuja de Escaladei, un monasterio cartujo que cuenta la historia de los monjes que se instalaron en el siglo XII. No muy lejos de allí, se puede visitar Terra Dominicata, un hotel de lujo rodeado por un paisaje impresionante. 

El Priorat es conocido también por su riqueza en molinos de aceite y ofrece una ruta para que los visitantes puedan experimentar las delicias culinarias de la zona. Para finalizar la escapada, es recomendable visitar alguna de las ermitas que rodean la Sierra del Montsant. Entre ellas, destacan la Ermita de la Mare de Déu, la Ermita de Sant Joan de Codolar o la Ermita de Sant Bartomeu.

 

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