“Menos es más”, dijo el maestro de la arquitectura Mies van der Rohe. Hoy, este principio de la simplicidad visual cobra especial relevancia en el interiorismo. Esta filosofía alcanza su máxima expresión en el dormitorio, donde la búsqueda de la serenidad se ha convertido en una prioridad.
Tradicionalmente, la pared del cabecero ha sido un espacio libre donde volcamos nuestras inquietudes decorativas, saturándola de elementos que, en ocasiones, compiten entre sí. Sin embargo, las últimas tendencias nos invitan a replantearnos este espacio desde una nueva perspectiva, donde la ausencia se convierte en presencia y un solo elemento puede transformar por completo la atmósfera de la habitación.
LA LUZ, PROTAGONISTA EN DORMITORIOS
La nueva propuesta de Zara Home propone una nueva manera de entender la decoración del dormitorio con una pieza que reinterpreta el concepto tradicional del cabecero. La firma gallega presenta una lámpara de techo con forma de flor que transforma el espacio sin necesidad de intervenir en la pared. Además, convierte la luz en protagonista de la estancia más íntima del hogar.
En un momento en que la tendencia apuesta por la serenidad visual y los espacios despejados, la nueva lámpara cerámica de Zara Home se presenta como la solución perfecta para quienes buscan añadir personalidad sin renunciar a la simplicidad. Su diseño, que evoca la delicadeza de un pétalo, se materializa en una pieza de cerámica blanca que parece flotar en el aire gracias a su cable de 150 centímetros.
Lámpara flor de Zara Home. REF: 6195/047. Precio: 29,99 €
La belleza de esta pieza reside en su versatilidad: instalada en pareja, flanqueando la cama, crea un marco etéreo que sustituye al tradicional cabecero. La altura regulable permite jugar con diferentes composiciones, ya sea suspendida a ras del lateral de la cama o creando una cascada lumínica que desciende desde el techo.
Un toque de artesanía
La delicadeza de sus materiales, combinando cerámica y lino, aporta ese toque artesanal que conecta con la tendencia actual de recuperar lo manual y lo auténtico en la decoración de interiores. Es una pieza que habla de atemporalidad, de equilibrio y de buen gusto. Sin duda, tres valores fundamentales en las casas de diseño.
La pureza del blanco de la cerámica dialoga perfectamente con paredes neutras, amplificando la sensación de espacio y luz. Esta elección cromática no es casual: permite que la lámpara se integre en cualquier estilo decorativo, desde el minimalismo más austero hasta ambientes más eclécticos donde puede convivir con diferentes texturas y materiales.
La forma orgánica de la pantalla, inspirada en la naturaleza, proyecta un juego de luces y sombras que transforma el dormitorio según el momento del día. Durante las horas diurnas, la pieza actúa como un elemento escultórico que aporta movimiento y ritmo visual al espacio. Al anochecer, la luz cálida que emana crea una atmósfera envolvente y relajante, ideal para los momentos de desconexión.
Lámparas decorativas que abrazan el minimalismo
A veces, la clave de la decoración no está en recargar los espacios con detalles decorativos. Las lámparas colgantes a ambos lados de la cama, como esta de Zara Home, visten el cabecero sin necesidad de intervenir la pared. Su presencia es sutil: enmarcan la cama con una simetría elegante y proyectan una luz cálida que envuelve el dormitorio en una atmósfera serena. Suspendidas ligeramente, parecen flotar en el aire. Un simple detalle demuestra que el buen diseño no necesita artificios como ocurre en esta vivienda, donde las lámparas colgantes de cerámica en azul cielo dotan de delicadeza a la atmósfera y complementan el estilo rústico del dormitorio.