París, Londres, Berlín... Son destinos que nos ofrecen muchas satisfacciones, sobre todo a nivel arquitectónico. Pero entre edificio y edificio siempre hay que dejar un espacio para la naturaleza. Lo dice todo experto viajero. Desde aquí te queremos proponer una visita no solo a unos espacios naturales sino a los mejores que encontrarás en territorio español. Una belleza absoluta, un estímulo para los sentidos, que disfrutarás (y fotografiarás). 

De norte a sur, de este a oeste y sin olvidarnos de las islas (Baleares y Canarias), estos son los rincones naturales que no debes perderte según Viajes National Geographic. Ya seas más de montaña, ya seas más de mar, estos lugares te encantarán. Te seducirán. 7 destinos que hablan por sí solos y que hay que visitar al menos una vez en la vida. Además dicen que el 7 es el número de la suerte...

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Ordesa y Monte Perdido
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Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Este espacio natural protegido está situado en el Pirineo oscense. Un lugar especialmente indicado para los amantes de la alta montaña. Aunque, si atendemos a lo que aseguran los de NG, a todos nos sobran los motivos para visitar este paraje. "Para los buscadores: fósiles marinos a tres mil metros de altitud. Para los melancólicos: los últimos hielos perpetuos del Pirineo derritiéndose en cascadas infinitas. Para los de las emociones fuertes: paredes con clavijas suspendidas sobre el vacío y fajas estrechísimas. Para las familias: caminos llanos en paralelo a pozas color turquesa, como salidas de una película de fantasía". 

Timanfaya
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Parque Nacional del Timanfaya

No nos cansamos de ver fotos del Parque Nacional de Timanfaya. ¿Tal vez, la próxima será la tuya? Si no has estado en este sitio, te lo recomendamos firmemente. Y no solo nosotros. También los compañeros de National Geographic, quienes afirman: "Hace ya dos siglos que Lanzarote vivió su última erupción volcánica, pero aquí todavía hay zonas en las que, a tan solo 13 m de profundidad, se superan los 500 ºC de temperatura. En su peor episodio, a principios del siglo XVIII, ríos de lava corrieron por la isla durante seis largos años hasta cubrir un cuarto de su superficie". Fascinante, ¿verdad? 

Garajonay
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Parque Nacional de Garajonay

La belleza de las Islas Canarias se sale. Este lugar en el planeta es tan mágico y está tan lleno de sorpresas que siempre es una aventura visitarlo. Más aún si centramos nuestro viaje aquí, en La Gomera, y más concretamente, en el Parque Nacional de Garajonay. Ocupa el 10% de la superficie de la isla y, tal y como apuntan en National Geographic, "lo que verdaderamente caracteriza a este dinosaurio son sus selvas bañadas por las nieblas, que vienen a ser una reliquia de la Era Terciaria, cuando un clima más húmedo y estable se imponía por los continentes y, con él, este tipo de bosques de ambiente fantasmagórico, de nuevo tétricamente irresistible".

Doñana
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Parque Nacional de Doñana

Es el lugar de paso, cría e invernada de miles de aves europeas y africanas y ahora puede ser también el tuyo. En el sur, se extiende por las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, y tal como dicen los expertos de National Geographic, no hay forma en la que trazar la línea en la que termina el río y empieza el mar. "No hace tanto tiempo que las aguas del Guadalquivir desembocaban en el Atlántico a la altura de la ciudad de Sevilla, que se asomaba al Golfo Tartésico. Pero el empeño de este río por colmar todo a su paso, hizo que aquella bahía terminara convertida en una caótica y misteriosa amalgama de marismas donde los atardeceres y los amaneceres se escriben con mayúsculas".

Picos de Europa
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Parque Nacional de los Picos de Europa

Este macizo montañoso localizado en el norte de España sigue siendo un imán para los sentidos. "Ascender alguna de las míticas canales de este macizo, siempre épicas y a veces despiadadas, supone transitar una variedad insospechada de ecosistemas sin apenas desplazarse en horizontal, solo en vertical", aseguran desde NG. Y añaden: "Es una especie de viaje del cielo al infierno, tan solo que en Picos de Europa el infierno está arriba, en esas cumbres escarpadas y crueles donde cualquier gota de agua es absorbida hasta las profundidades de la tierra, y sin embargo el cielo está abajo, donde toda la humedad que absorben las cimas chorrea por sus poros y se convierte en alguna de las gargantas más verdes y copiosas de la península". 

Ses Illetes
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Ses Illetes

Su belleza la remite a las playas del Caribe. Pero lo cierto es que se encuentra mucho más cerca. Es, probablemente, la playa más famosa de Formentera y, aún así, alberga zonas tranquilas. En NG la describen de esta forma: "Una lengua de arena blanquísima se adentra en un mar zafiro y roza con la yema de su dedo la isla virgen de Espalmador. Pero no se atreve a tocarla, como queriendo respetar su intimidad. Así, el conjunto nos brinda el paradisíaco placer de caminar sobre su arena y culminar la aventura nadando sobre aguas someras hasta alcanzar este islote, que con una laguna interior, termina de transportarnos a la Polinesia".

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El Flysch de la costa de Gipuzkoa

"De toda la vida se habían llamado los acantilados de Zumaia o de Deba, pero desde que se estableció el Geoparque de la Costa Vasca de la Unesco, ahora está más de moda llamarlos flysch. Se trata de una formación geológica provocada por una sedimentación rítmica, casi milagrosa, en la que se alternan capas de roca blanda y dura hasta formar una milhojas pétrea que, tras elevarse o desplazarse por el choque de placas, comienza a erosionarse de forma desigual", ilustran desde NG.