Nos ponemos en modo marinero para decorar nuestra casa con un estilo vinculado al mar. Tejidos de fibras naturales y la madera, combinados con los colores más representativos del verano, como los neutros tierra y blancos, mezclados junto a la gran gama de azules, que van desde el turquesa propio de las playas de guijarros hasta el azul oscuro del mar más profundo, protagonizan este estilo decorativo, cálido y acogedor. Refugios costeros desde los que contemplar los atardeceres rojos que cantaba Joan Manuel Serrat.