Aunque menos prácticas, porque no contienen el agua de la ducha con la misma precisión que las mamparas, las cortinas son más económicas y ofrecen mayor variedad cromática y de estilos. Incluso pueden convertirse en el complemento definitivo que aporte personalidad al cuarto de baño, gracias a los dibujos, colores o estampados. Si quieres dar un aire nuevo a la parte más íntima de tu casa y estás pensando cambiar la cortina, escoge tu diseño en función del estilo. De esta manera conseguirás un resultado más armónico. Te ayudamos en la decisión.
Para resultados elegantes
Aunque son más caras que las versiones de plástico, las cortinas de ducha de algodón se consideran la opción más elegante por su acabado en tela y su ligera caída. Este tipo de complementos lleva un tratamiento que las convierte en impermeables. Eso sí, su composición textil las hace más delicadas y favorables a la proliferación de bacterias. Por eso, para mantenerlas limpias y en buenas condiciones, es necesario limpiarlas en la lavadora al menos una vez al mes. En el mercado hay modelos para todos los gustos, pero recomendamos apostar por diseños sobrios y gamas cromáticas neutras. El blanco, tonos crudos o grises claro como el perla son las más adecuadas cuando se busca un baño sencillo y luminoso o cuando se quiere que pasen desapercibidas para resaltar otros elementos de la decoración.
La opción de bajo mantenimiento
Cuando no se quiere pasar mucho tiempo ocupándose del mantenimiento de la cortina, los diseños de plástico se convierten en la opción idónea. En el mercado hay modelos de gran variedad de colores, lo que facilita su combinación con otros elementos del cuarto de baño. Además, como son un complemento económico, pueden cambiarse con relativa frecuencia para dar un aire nuevo a estancia.
Las que emulan texturas e imitan acabados como el mármol, el terrazo o la piedra, son toda una tendencia, perfectas para combinar en baños en acabados naturales, mediterráneos o neutros. Los diseños en colores vivos son ideales para personalidades alegres o cuando se busca dar toque divertido y diferente al baño. Son una opción muy resultona para dar vida a un baño blanco y anodino. Por otra parte, cuando la intención es dar al espacio un look informal y sin estridencias, los elementos geométricos como rayas, círculos o estampados son infalibles.
En todo momento es importante mantener la congruencia y evitar que la cortina de la ducha choque con la combinación de colores del baño. Si en la estancia predominan los tonos neutros, puedes probar a dar un toque de color con una cortina más llamativa. Sin embargo, si el cuarto de baño ya tiene un esquema de color estricto, escoge una cortina que combine.
Las más comprometidas
Si te preocupas por el medio ambiente, es posible que quieras poner en el cuarto de baño una cortina que refleje tus valores. Para ello, escoge cortinas confeccionadas con materiales ecológicos en cuya fabricación se minimice el uso de químicos y materiales artificiales. Este tipo de cortinas pueden ser más caras y difíciles de mantener.