Decía Nietzsche que la vida es un eterno retorno, que todos los eventos en el universo se repiten infinitamente, en un ciclo sin fin. Si a eso le sumamos la regla extendida y aceptada "de los 20 años", que asegura que la moda sigue ciclos que se repiten cada dos décadas, parece lógico entender la razón por la que el estilo neoclásico parece estar adueñándose de 2024 en lo que a arquitectura e interiorismo se refiere.
Y es que, en este campo que nos toca, las tendencias son siempre un reflejo de la evolución de los gustos y las sensibilidades estéticas de una época. Y este año le ha dado la bienvenida a un renacimiento de este estilo que combina la grandiosidad y la elegancia de la antigua Grecia y Roma con la modernidad y la funcionalidad del siglo XXI. ¿Pero qué es exactamente la decoración neoclásica?
¿Qué es el estilo neoclásico?
El estilo neoclásico es una corriente artística y arquitectónica que surgió en el siglo XVIII como una reacción al exceso decorativo del rococó y el barroco. Inspirado en los ideales de la antigua Grecia y Roma, el neoclasicismo busca la simplicidad, la elegancia y la proporción armónica en el diseño de interiores y arquitectura.
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Historia y origen
El neoclasicismo encuentra sus raíces en el Renacimiento italiano, donde los artistas redescubrieron y se inspiraron en la estética de la antigüedad clásica. Sin embargo, fue en el siglo XVIII, durante el período conocido como el Neoclasicismo, cuando este estilo alcanzó su apogeo y se popularizó gracias a los ideales de la Ilustración. Fue influenciado por los descubrimientos arqueológicos en Pompeya y Herculano, así como por las obras de artistas y escritores clásicos.
Entre los precursores del neoclasicismo se encuentran arquitectos como Robert Adam en Inglaterra y Jacques-Louis David en Francia. Encontramos manifestaciones en edificios tan emblemáticos como el Panteón de París, diseñado por Jacques-Germain Soufflot, y la Casa Blanca en Washington D.C., diseñada por James Hoban. El neoclasicismo comparte, además, ciertas similitudes con el estilo Palladiano y el Renacimiento italiano en su admiración por la arquitectura clásica y la búsqueda de la proporción y la armonía.
Características distintivas
Simetría: los espacios neoclásicos suelen ser simétricos y equilibrados, reflejando la armonía y la estabilidad.
Proporción: se busca una proporción y escala adecuadas, inspiradas en las normas clásicas.
Ornamentación sobria: a diferencia del barroco, el neoclasicismo prefiere una ornamentación más discreta y elegante.
Uso de columnas: las columnas corintias, dóricas y jónicas son elementos distintivos del neoclasicismo, utilizadas para evocar la grandeza de la antigua arquitectura griega y romana.
Colores y materiales típicos
Colores neutros
Los colores neutros son una característica distintiva de la decoración neoclásica, ya que se centran en tonalidades suaves que proporcionan una sensación de calma y elegancia. El blanco, el crema, el gris y el beige son los más comunes, creando una base neutral que permite destacar los detalles arquitectónicos y la ornamentación. Y si hay que buscar contraste, el negro.
Madera
La madera es un material fundamental en la decoración neoclásica, utilizada en suelos, muebles y detalles arquitectónicos. Se prefiere la madera de tonos cálidos y ricos, como el roble o la caoba, que aportan calidez y sofisticación a los espacios. Los muebles suelen tener líneas limpias y elegantes, con detalles tallados que añaden un toque de ornamentación sin excesos.
Mármol
El mármol es otro material emblemático del neoclasicismo, utilizado principalmente en suelos, encimeras y elementos decorativos. Su belleza atemporal y su textura distintiva lo convierten en un elemento clave para añadir lujo y sofisticación a los espacios neoclásicos. Se aprecia tanto en su forma pura como en combinación con otros materiales, como la madera o el metal.
Bronce y otros metales
El bronce y otros metales, como el hierro forjado, se utilizan en la decoración neoclásica para añadir detalles ornamentales y toques de brillo. Se encuentran en elementos como lámparas, tiradores de muebles, barandillas y accesorios decorativos. Estos materiales aportan una sensación de solidez y permanencia, complementando la elegancia clásica del estilo.
El resurgimiento de la decoración neoclásica en 2024 se debe en parte a la búsqueda de un refugio de elegancia y sofisticación en un mundo cada vez más frenético y tecnológico. Este estilo ofrece una sensación de calma y permanencia, combinando la belleza clásica con la funcionalidad contemporánea. La elección de colores neutros y materiales nobles como la madera, el mármol y el bronce refleja una apreciación por la calidad y la artesanía, mientras que la fusión de lo antiguo con lo nuevo proporciona un sentido de arraigo histórico en un contexto moderno. En un momento en el que se valora la autenticidad y la conexión con el pasado, el neoclasicismo emerge como una opción atractiva para aquellos que buscan crear espacios que sean atemporales y elegantes.