Es apetecible y fresco. Transmite la idea del dolce far niente propio del estío y de una vida serena, relajada y despreocupada, acompañada por la brisa del mar y un sol cálido. Es el estilo Mediterráneo, que da como resultado interiores en los que se siente la calma de las vacaciones, los días largos en los que la prisa no existe, el olor a mar y la luz de la costa.
No hay estudio de arquitectura, interiorismo o marca de mobiliario que no haya sucumbido al estilo más deseado. La decoración de interiores cuando piensa en altas temperaturas se relaja. Y eso hace que el estilo mediterráneo vuelva a ser protagonista. Porque es apetecible y fresco.
¿Qué es el estilo mediterráneo en decoración?
Con sus ambientes sencillos y frescos que invitan a disfrutar del fluir del tiempo, este tipo de decoración de estética sencilla y elegante, evoca el estilo de vida de la región mediterránea a través de la luz y de los tonos claros y concibe el hogar como un lugar pensado para la slow life, tanto en su interior como en su exterior. Da como resultado interiores en los que se siente la calma de las vacaciones, el olor a mar, la luz de la costa y todo con unas claves sencillas de llevar a tu casa, como nos explican desde Arquima. Los expertos de esta compañía especializada en viviendas con arquitectura bioclimática, pasiva y de máxima eficiencia energética nos dan las claves para que el Mediterráneo se cuele por la ventana de casa aunque no veas el mar por ella.
Saca todo el partido de la luz natural
La decoración mediterránea es sinónimo de luminosidad y sol y por ello, se prioriza la presencia de la luz natural. El objetivo es conseguir un ambiente fresco, por lo que es necesario utilizar los colores de manera que se establezca una armonía adecuada entre los diferentes tonos y la luz.
Paleta neutra y binomio azul y blanco
Los colores neutros, sin duda, protagonizan los espacios mediterráneos y la luminosidad propia de este estilo está reforzada por la sempiterna presencia del blanco. Un blanco puro que muchas veces se combina con detalles en azul Santorini, que recuerdan al mar, y que hacen que éste inunde de manera simbólica las casas.
Materiales naturales
La decoración mediterránea apuesta por materiales y texturas naturales. Madera, cerámica, ratán, yute, lino, algodón… son los protagonistas de las piezas de mobiliario y complementos. Sugieren autenticidad mientras aportan calidez en forma de piezas de mobiliario y diseños de formas y de texturas orgánicas que evocan el trabajo artesanal, la pasión por la sencillez y los ambientes serenos y naturales, que son toda una exaltación del minimalismo.
Patio interior
Las domus, palabra latina, eran las típicas viviendas romanas de las familias de un cierto nivel económico. En este tipo de casa el atrium o patio interior era un elemento primordial al igual que hoy, que sigue teniendo un gran protagonismo en este estilo decorativo ya que invita a disfrutar del exterior arropados por la calidez del hogar.
Vigas a la vista
Las maderas se prefieren naturales, sin tratar, lo que supone un vínculo directo con la naturaleza y por eso, la presencia de vigas vistas es un elemento típicamente mediterráneo. El color de la madera natural contrastando con el blanco de paredes y techos crea una gran sensación de confort y al mismo tiempo de amplitud y luminosidad.
Cocina, centro neurálgico de la casa
En la cultura latina la cocina hace tiempo que ha dejado de ser solo un espacio en el que cocinar. Es el lugar donde comemos y donde nos comunicamos con el resto miembros de la familia. Un lugar de reunión que se abre al resto de estancias y que supera en protagonismo incluso al salón. Un espacio versátil en el que compartir buenos momentos con familiares y amigos alrededor de una mesa y que en el estilo mediterráneo cobra protagonismo.
Apuesta por las plantas
La vegetación autóctona es uno de los elementos que no pueden faltar en los ambientes mediterráneos, y si bien la naturaleza protagoniza el exterior, también tiene un lugar destacado en el interior, donde las plantas siempre son bienvenidas. El clima benigno de esta zona es un buen aliado para complementar la decoración con plantas autóctonas que se adaptan al entorno y su mantenimiento es fácil al mismo tiempo que aportan color, frescura y naturaleza al espacio.
Espacios exteriores aprovechables
Las temperaturas cálidas propias del mediterráneo hacen que podamos disfrutar de un ambiente agradable y relajado en el exterior en la temporada de verano. Y crear un espacio al aire libre en el que relajarse aporta frescura y vitalidad al hogar. Para conseguirlo, elementos como veladores y celosías ayudarán a ganar espacios de sombra y frescor que pueden decorarse con macetas cerámicas y plantas y flores autóctonas, típicas de cualquier patio mediterráneo.
Uso de arcos
Otro de los rasgos característicos de esta estética son los elementos redondeados. Arcos y techos sin esquinas ni ángulos rectos y de formas orgánicas son propios de este estilo. Como cualquier detalle arquitectónico redondeado, crea en el espacio una sensación de armonía y relajación. Incluir un elemento arqueado en una estancia como el dormitorio, aumenta esta sensación exponencialmente.
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