Ya está: has tomado la gran decisión. Vivir en pareja es una elección emocionante y llena de expectativas. Por eso, la decoración del primer hogar juntos es tan importante como compleja, tanto que hay ciertos errores clásicos que cometemos en cuanto a estética y planificación. Pero este no será vuestro caso, porque la información es poder y hoy venimos a compartirla de forma detallada. 

Si quieres evitar fricciones innecesarias y alguna que otra discusión, toma en cuenta estos tips para estar preparado/a cuando surja la situación. ¡Mejor prevenir que curar!

1. No planificar el presupuesto ni las compras

Uno de los primeros errores que muchas parejas cometen es lanzarse a comprar sin tener un plan claro. Y es comprensible, dado el revuelto de emociones, la ansiedad del momento y la elección del piso o casa. Sin embargo, definir un presupuesto y un plan de acción nos ahorrará más de un problema futuro. 

En este sentido, es fácil caer en la tentación de comprar por impulso y sin un control financiero. Si cometéis este error, es probable que acabéis acumulando objetos innecesarios, lo que podría generar una serie de pequeños gastos que, sumados, debilitarán vuestro presupuesto. Una planificación detallada y segmentada por categorías (muebles, decoración, reformas) evitará imprevistos o sustos. Además, mantener conversaciones para organizar estos gastos facilitará la comunicación en pareja, haciendo que ambas partes se sientan escuchadas.

Toque beige

El salón y el dormitorio tienen una 'separación oculta' muy bien pensada en este apartamento con estilo parisino en Moscú.

Mikhail Loskutov | Proyecto de Ariana Ahmad

 

2. Subestimar la importancia del espacio personal

El concepto de compartir espacios es la médula de la vida en pareja, pero no implica renunciar a la individualidad. Una de las claves de un interiorismo funcional es apostar por el bienestar de quienes habitan la casa. Para conseguirlo, tener un rincón propio donde desconectar es esencial. 

Caer en el clásico error de subestimar la necesidad de estos espacios personales puede generar tensiones. ¿Cómo solucionarlo? Si trabajáis desde casa y hay espacio suficiente, podéis crear dos oficinas decoradas según vuestros gustos personales. Otra buena idea es tener dos mesitas de noche ligeramente distintas o contar con dos camas individuales, pero juntas. Si te gusta leer, acondiciona un rincón de lectura en el salón. Por otra parte, de ser posible, os aconsejamos disponer de un baño de doble lavabo (en el día a día lo agradecerás).

Lavabo doble

Disponer de un lavabo para cada uno es un acierto cuando se vive en pareja. Decorado con Alfombras killim de H+E Goods Company, apliques Amber Interior y grifería Watermark. 

Pablo Enriquez (@pablo.enriquez) | Proyecto de Tancred Vilucchi

3. No tomar en cuenta los gustos del otro (y viceversa)

Decorar en pareja no significa que solo un estilo deba ser el imperante. Si una parte de la pareja está más interesada en el interiorismo de la casa, es fácil olvidarse de los gustos de la otra persona. Asumir el control total de la decoración es agotador y omite al otro habitante del hogar. Este es un error común y puede generar conflictos más que justificados. Es esencial equilibrar las preferencias de ambos, lo que no implica hacer concesiones insatisfactorias, sino encontrar soluciones creativas que integren lo mejor de ambos mundos.

 

4. Hacer un popurrí de estilos

Y hablando de estilos, es cierto que mezclar dos escuelas creativas similares puede ser interesante. Pero ya sabes: similaresDiseñar un salón rústico para luego instalar un comedor ultra moderno, frío y minimalista, simplemente no tiene sentido. Volviendo al principio de esta lista de errores: planificar y conversar antes de empezar a decorar es un paso fundamental. Esto ayudará a no caer en una estética desorganizada y, lo peor, poco agradable para vivir en el día a día. 

La casa de los Novogratz en Hollywood salón blanco

Salón comedor decorados con una continuidad visual que recoge lo más elegante del estilo rústico y lo más cálido de los diseños modernos.

AMY NEUNSINGER | Proyecto de The Novogratz

5. Almacenamientos compartidos

No hay nada peor que un espacio desorganizado y caótico. ¡Imagínate multiplicado por dos! Compartir zonas de almacenamiento es un caldo de cultivo para el desorden. Por eso, es muy importante que cada uno tenga su cómoda o cajonera, su zapatero, su mesita de noche y su escritorio. Reparte los espacios de manera que cada persona en el hogar, incluidos los hijos si los hay, pueda acceder fácilmente a sus pertenencias sin perder tiempo buscando entre las cosas de los demás. 

6. Encapricharse con una estancia o área

Otro error frecuente a la hora de decorar un hogar en pareja es centrarse obsesivamente en una sola estancia de la casa. Y lo digo por experiencia propia: es fácil adueñarnos del salón y llenarlo de plantas, cuadros y muebles, mientras que los dormitorios o baños lucen completamente desangelados. Es importante mantener una visión global y equilibrada para hacer de vuestra casa un espacio ameno. 

7. Saturar de accesorios decorativos pequeños

Al igual que en otras ocasiones, el exceso de pequeños elementos decorativos puede hacer que un espacio se vea abigarrado. No llenes la puerta de la nevera de fotografías ni las estanterías del salón con decenas de souvenirs. Es innecesario y hace que otros elementos pierdan protagonismo. Si tienes una silla de diseño o una obra de arte de grandes dimensiones, estas no lucirán y se perderán visualmente. Además, la saturación de elementos decorativos hace que la casa se sienta desordenada, incluso sucia. 

Catskills refugio en el bosque sa

Acogedor salón comedor donde luce lo esencial: mecedora RAR, de los Eames, editada por Vitra, y lámpara Wall Spot, de Vipp.

Eric Petschek | Proyecto de la pareja Maria Iba´n~ez de Sendadiano y Todd Rouhe

8. No recoger inspiración y simplemente improvisar

Aunque es el último de nuestra lista, no es el menos frecuente. Muchas parejas tienden a improvisar la decoración del hogar y como resultado se enfrentan a una vivienda poco homogénea y difícil de habitar.

Por otro lado, la falta de tiempo y una comunicación defectuosa hacen que no recojamos suficiente inspiración e información sobre la estética que queremos lograr. Es importante tomarse el tiempo para buscar inspiración juntos, crear un vision board (digital o en papel) o leer artículos sobre tendencias decorativas. Esto permitirá definir un estilo cohesivo y descubrir nuevas ideas.