A la hora de incorporar texturas en la decoración del hogar, lo más fácil es hacerlo en pequeñas dosis en el mobiliario, accesorios y pequeños detalles decorativos, pero en superficies más grandes, como una pared, es una opción en auge por diferentes razones. Se trata de un recurso que personaliza el espacio y con el que se añade profundidad visual –es ideal en espacios pequeños, por ejemplo–, pero que encaja bien con el mayor interés por disfrutar de ambientes más decorados y que, en lo práctico, sirve para camuflar desperfectos, aunque las superficies suelen acumular más polvo y necesitan de una limpieza más regular.
¿Cómo se puede incorporar con acierto texturas en la pared? Con pinturas a la cal, papeles pintados, materiales como el microcemento, detalles como molduras o panelados. Las opciones son múltiples y puede hacerse de manera individual o combinándolos. En este artículo te proponemos algunas ideas para que no te falte inspiración.
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