Di sí a las paredes blancas. Todos sabemos que es un color del que resulta difícil cansarse, por eso es el tono con el que se suelen pintar todas (o casi todas) las paredes de las casas, incluidas las del dormitorio. No es un simple color. Lo cierto es que tanto el blanco puro, como el blanco roto y otras tonalidades similares, consiguen que la estancia se vea más amplia y luminosa y que el ambiente se vea más calmado, limpio y ligero. Además, es un básico, por lo que combina con absolutamente todo. Al pintar las paredes de tu dormitorio de blanco, será como tener un lienzo, por lo que tendrás más posibilidades en el momento de elegir las mesitas de noche, las lamparitas, la ropa de cama y, por supuesto, el cabecero.
Hoy te hablamos de este último elemento que es, para muchos, un imprescindible en los dormitorios. Se trata de una pieza práctica que protegerá tu pared de golpes y rozaduras, pero, además, sirve para añadir un toque de estilo, color y personalidad a la habitación. Los hay de todos los tamaños, formas y tejidos y desde Arquitectura y Diseño queremos mostrarte los modelos más cautivadores del momento que, como verás, pueden encajar en distintos estilos decorativos. ¿Con cuál te quedas?
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8 cabeceros sumar estilo en la pared blanca de tu dormitorio