A pesar de que los propietarios de esta casa de tres plantas y 300 metros situada a las afueras de Madrid la habían habitado durante años, no se identificaban ni con el exceso de molduras ni con los tonos grises o la excesiva compartimentación. Construida a comienzos de los años 2000, conserva la fachada y las ventanas originales, mientras que la distribución y el interiorismo han cambiado sustancialmente con  la intervención de Helena Cánovas Studio. Una única reunión con los dueños fue suficiente para que la arquitecta murciana diera con la clave para lograr espacios más fluidos. Y todo, con la escalera como núcleo central de la vivienda.

 

La arquitecta Helena Cánovas.

"La antigua era toda de madera y era incómoda porque hacía ruido al pisarla. La hemos mejorado acústica y estructuralmente haciéndola de estructura metálica y piedra natural", señala Cánovas. Unificar los suelos en piedra natural y diseñar nuevos armarios y puertas de madera de suelo a techo ha dado como resultado "un espacio cálido y elegante que les representa y en el que se sienten en paz y armonía", dice. La fluidez conseguida al abrir el salón al comedor contrasta con la privacidad creada en torno a la suite principal.

Otro acierto ha consistido también en rescatar la buhardilla, un trastero inutilizado y convertido ahora en cuarto de juegos y dormitorio con baño incorporado para los hijos mayores. Una vez orquestadas estas mejoras, darle una vuelta a la estética ha sido posible gracias a la selección de muebles icónicos, como las sillas de Cassina o la mesa de Knoll, unidos al diseño a medida de elementos por parte del estudio: la estantería junto a la chimenea o el mueble-bar. El broche, la incorporación de "materiales naturales que siguen una paleta de blancos, cremas y beis sobre la que se han introducido piezas de diseño y obras de arte con toques cromáticos. Esa distribución fluida, líneas orgánicas, materiales naturales y colores neutros con concesiones puntuales al color son, sin duda, nuestro sello a la hora de diseñar", concluye Cánovas.