A pesar de encontrarse en la capital de Mallorca, el interior de esta residencia nos traslada a un verano mediterráneo sin preocupaciones. Aunque se encuentra en Palma, la casa es tranquila, proporcionando un refugio seguro del ajetreo y el bullicio de la ciudad.
Para lograrlo, los diseñadores de Paradowski Studio han utilizado una gama neutra de colores y materiales naturales inspirados en la naturaleza local. La base de color es el blanco tenue, el beige y los grises cálidos, complementados con los colores de la madera, el lino o la piedra caliza, con ese color ligeramente cálido tan característico del paisaje mallorquín. Este material de textura cruda y llamativa se utilizó para crear detalles en la pared del salón y una chimenea con forma geométrica que fue concebida en colaboración con un artesano local.