Las excentricidades arquitectónicas de la capital del emirato de Dubai parecen no tener límite. Cada cierto tiempo se destapa un nuevo e impactante proyecto ya sea por su colosal tamaño, su excéntrica decoración o su afán por convertirse en icónico. Además de contar con innumerables récord mundiales –el edificio más alto, el centro comercial más grande, el hotel más caro...– su empeño por sumar superlativos a esta lista le ha llevado a construir una idea tan descabellada como el marco más grande del mundo. Aunque el proyecto se diseñó hace más de diez años, se acaba de inaugurar.
Un rectángulo gigante se erige entre la ciudad antigua y la nueva. El "marco de Dubai", como se ha bautizado al proyecto, está ubicado en el parque Zabeel y tiene 150 metros de altura. Dos enormes torres sujetan el punte de vidrio que lo corona de 93 metros de largo y con vistas 360 º y una exposición interactiva sobre el futuro de la urbe. En el pie del marco se ha construido un museo que narra la historia de la ciudad desde que era un pueblo de pescadores hasta convertirse en la metrópoli actual.
La idea es que el nuevo edificio proporcione una idea de la ciudad gracias al museo que alberga y a las vistas panorámicas que proporciona. Desde un lado se puede observar la parte antigua y desde otro la nueva con otras colosales construcciones como el Burj Khalifa, actualmente el edificio más alto del mundo.
La construcción está enteramente decorada según un patrón dorado que conmemora la próxima celebración en la ciudad de la expo 2020, lo que lo convierte en un extravagante cartel de 150 metros de alto para dar la bienvenida al evento. Además de por su forma y tamaño, el proyecto ha sido polémico por otras razones. Según el arquitecto que ganó en 2008 el concurso para su construcción, Fernando Donis, el edificio no responde la diseño original, ni se le permitió en ningún momento intervenir en su construcción.
La idea inicial de Donis, que había trabajado con Rem Koolhaas diseñando una serie de proyectos anti-iconicos para Dubai, era crear un marco blanco exageradamente delgado, huyendo de lo masivo y reivindicando el papel del vacío en la arquitectura.