La crisis detuvo la ola. El maravilloso proyecto residencial The Wave, concebido por el estudio Henning Larsen Architects, en Vejle (Dinamarca), comenzó a tomar forma en 2006. El crack finnaciero de 2008 apunto estuvo de parar el proyecto tras haberse construido dos de sus cinco ondas, pero quizá porque, como en los cuentos, un sueño así exige un final feliz, siguió adelante y, trece años de obras después, ha llegado a su conclusión definitiva. Durante el día, su silueta clara y definida se refleja en el agua. Al caer la noche, dibujan el perfil de montañas iluminadas y se confunden con el de las colinas vecinas, tan poco habituales en un país que en esencia es llano.
The Wave comprende cien apartamentos de entre 100 y 200 metros cuadrados (255 los áticos) y cada edificio se eleva hasta las 9 plantas, cinco ondas consecutivas que se deslizan a lo largo del fiordo de Vejle. Sus formas orgánicas se inspiran en las de la ópera de Sídney, otra obra que sufrió largas interrupciones durante su construcción y que lleva la firma del arquitecto danés Jørn Utzon. Henning Larsen, fallecido en 2013, trabajó junto a él en los años cincuenta tras formarse al lado de Arne Jacobsen. Con cerca de 300 empleados y proyectos en más de 20 países, el estudio que lleva su nombre es una referencia de la arquitectura de vanguardia de su país.
El proyecto demuestra la capacidad de la arquitectura nórdica para construir leyendo sabiamente el contexto y para atender a los detalles, tal como ha hecho la escuela de diseño danesa, orgullosa heredera de su tradición artesana. Así, el desarrollo técnico de la construcción no mata el "calor" que debe tener un hogar. "Solo hay un lugar en el mundo donde este edificio se podía construir y es aquí, en el puerto de Vejle", afirma Søren Øllgaard, socio y director de diseño de Henning Larsen Architects. "El edificio funciona porque interactúa con las colinas circundantes, la arquitectura del puente vecino y la línea de litoral del fiordo. No vale en otro sitio".