8 inspiradores espacios de trabajo
Algunos están hechos con lo mínimo, otros se llenan de plantas. Se busca el color, huir de la seriedad impostada e incluso se recupera la suntuosidad de épocas pasadas adaptada al sistema de trabajo 'coworking'
La toma de la fábrica
Una vieja fábrica en París es hoy el espacio de trabajo Deskopolitan, 1.350 metros cuadrados, 4 plantas y la sensación de que se viene a algo más que a trabajar. Concebida por Morey Smith, oferta además de puestos de trabajo, cafetería, estudios para artistas y una peluquería/barbería. El pasado industrial del edificio se ha dejado a la vista, dejando los suelos de hormigón pulido. Los golpes de color y detalles como los cuelga bici lo convierten en un espacio joven y dinámico donde seguro que las ideas fluyen a raudales.
Qué fue del banco
Hemos visto transformaciones maravillosas de viejos bancos en hoteles como el hotel de Rome en Berlín o el reciente The Ned en Londres. En este caso se trata de una entidad financiera en Montreal (Canadá) transmutada en el espacio de trabajo para freelances y creativos Crew Collective Café, una obra de Henri Cleinge donde se pone en valor la suntuosidad de la vieja decoración.
Izaskun Chinchilla hackea a Ikea
A falta de recursos, imaginación al poder. Sobre esta premisa trabajó el estudio de la arquitecta Izaskun Chinchilla para crear el espacio de coworking utopic_US, en Madrid. Buena parte del mobiliario es una transformación a medida de piezas de Ikea y la inspiración principal surge de dos ciudades icono, Nueva York y Tokio, de ahí la estética industrial y los peces colgando del techo. Telas, cerámicas y papeles dan el toque de color a unos materiales humildes, que así tienen como reivindicarse a sí mismos.
Encuentra tu sitio
En la primera planta de una torre modernista de 1958 en Antwerp (Bélgica) se encuentran las nuevas oficinas de Fosbury & Sons, cuyo diseño, a cargo del estudio local Going East, está inspirado en el parque High Lane de Nueva York, al haber buscado diferentes perspectivas visuales de todos los espacios. Lo formal se mezcla con lo informal, como son los escalones con cojines para sentarse como si se tratase de las gradas de un teatro o la habitación para echarse una cabezada. El diseño contemporáneo se mezcla con el Mid Century en esta oficina donde se combinan diferentes ambientes para que si no encuentres la inspiración en uno lo consigas en otro.
Un invernadero para trabajar
Tras crear un primer espacio de coworking en Londres para Secondhome, el estudio español Selgascano repitió experiencia con los mismos clientes en el el Mercado da Ribeira de Lisboa, ocupando un ala en L de este edifico de 1882. La mayor singularidad del proyecto es la decoración intensiva con plantas repartidas por todas las mesas. Su estructura de vigas y columnas de hierro se conservó manteniendo un único espacio diáfano, donde las pequeñas empresas comparten una enorme mesa de 70 x 10 metros dividida en tres, fomentando la relación y la comunicación entre ellas. Las formas curvas del sobre de las mesa ofrecen a los usuarios su propia área privada, además del follaje de las plantas.
Como en una peli de Wes Anderson
El estudio Linehouse reimaginó una antigua fábrica de opio de Shanghai como emplazamiento para WeWork, un proveedor de espacios de trabajo norteamericano con sedes por todo el mundo. En el primer piso, una recepción sacada de un hotel de Wes Anderson recibe a los curiosos. Se incide en esta atmósfera hotelera con las butacas del vestíbulo, el bar en el atrio y las lámparas de bronce colgando por encima de las mesas, así como los abundantes detalles de latón, tan tendencia.
En tiempo récord
El estudio de arquitectura Nook Architects llevaba tiempo buscando una nueva oficina en Barcelona hasta que se le presentó la oportunidad de compartirla con unos clientes de confianza, en un edificio industrial típico del barrio de Poble Nou. No se lo pensaron. En un tiempo récord de tres meses plantearon el proyecto de interiorismo, pidieron los presupuestos de ejecución, realizaron la obra y se trasladaron. La estructura reticular del espacio llevó a la construcción de tres volúmenes ligeros, dos salas de reuniones y una caja de baños, donde se trabaja sin invadir la concentración del vecino.
Ante la necesidad, madera contrachapada
Free Studio es un espacio de trabajo en conjunto para profesionales creativos en Toronto (Canadá). Adaptándose a un presupuesto ajustado, Chung, un diseñador local, empleó en sus 557 metros madera contrachapada y simples tablones de pino como materiales dominantes. Se utilizaron para construir las unidades de almacenamiento y las particiones que, junto con un sistema de vía, demarcan el espacio y permiten asumir muchas funciones: sala de reuniones, estudio fotográfico y comedor.