Se la conoce como “la diseñadora solar”. Y es que la holandesa Marjan Van Aubel ha situado las energías renovables, y en concreto la luz del sol, como eje fundamental de sus creaciones. Desde ventanas que emulan la fotosíntesis (Current Window) a mesas ecoeficientes paneladas que, además, sirven para recargar el móvil; de simples objetos de menaje –como vasos equipados con paneles solares– hasta proyectos de iluminación como Cianometer, una idea desarrollada junto a Swarosky, que le otorgó el premio Diseñador del Futuro,y que le permitió trasladar, mediante micro células, la luz natural exterior y sus modulaciones al interior de los hogares.
Mañana imparte una charla gratuita sobre eco-diseño en IED Madrid dentro del programa IED Talk y el Madrid Design Festival. Pretende explicar cómo es posible trasmutar incluso los pequeños objetos de nuestro hogar en mini estaciones energéticas o diminutas centrales eléctricas. Con varias de sus invenciones como parte de la colección permanente del MoMA de Nueva York, y un proyecto de investigación que abarca desde materiales expandibles que emulan procesos orgánicos (Proven Chair, por ejemplo, usaba polímeros mutables) a invernaderos que se retroalimentan, la multipremiada holandesa se referirá a la importancia del diseño con conciencia.
Van Aujel cree firmemente en la sostenibilidad como un aspecto fundamental e imprescindible del diseño contemporáneo. “No puedes simplemente aderezar las piezas con la salsa de la sostenibilidad”, asegura, y considera un imperativo, “en este mundo saturado de plásticos”, considerar su trabajo y el de sus colegas “como una contribución al mundo, al de hoy y al de mañana”. “El coste es una criba importante. Pero también lo son la concienciación y la accesibilidad. El objetivo de mi trabajo es mostrar una perspectiva amplia sobre las infinitas posibilidades que la energía solar ofrece a diferentes niveles y escalas”.
Trabajar en textiles o wearables es uno de sus proyectos futuros. “Básicamente mi premisa es convertir cualquier superficie en un potencial para recolectar energía solar”. Y diseñadores “muy consistentes, fundamentados en una investigación seria y la experimentación”, le inspiran para continuar con su proyecto. Así, según cita, Jólan van der Wiel, que investiga sobre las fuerzas de la naturaleza y con quien colabora. O diseñadores con un fuerte transfondo social como Jesper Eriksson, con su investigación sobre el carbón.
Entre sus sueños, trabajar a gran escala junto a marcas como Ikea (que ya está comercializando paneles solares) para hacer accesible la sostenibilidad a la gran mayoría: “Los diseñadores podemos en efecto contribuir muchísimo, podemos crear enlaces con la industria y la producción a muchos niveles. Como profesora, además, aliento a mis estudiantes a encontrar su pasión y crear desde ella. Necesitamos tener una conexión relevante con nuestro mundo, sobre todo el futuro. Porque no podemos predecirlo, pero podemos inventarlo y darlo forma”.