La dictadura seguía marcando el horizonte de la España de los cincuenta. No obstante, en aquella década, una parte de la sociedad del país empezó a abrir su mentalidad. Entre ellos, la familia Huarte, quienes, por entonces, bajo el manto del Grupo Huarte y Compañía, contaban con todo tipo de empresas y constructoras. En 1958, coincidiendo con el desarrollo de la arquitectura madrileña, dieron a luz una filial llamada H Muebles que, como anteriormente hizo la Bauhaus, empezó a entender los hogares como un escaparate del mobiliario moderno cuyas piezas, por mucho que hayan pasado los años, no han perdido ni un ápice de su funcional encanto. Los Huarte no solamente construyeron edificios de pisos y apartamentos, sino que también acabaron diseñando al completo las estancias de todos ellos. En perspectiva, no cabe duda de que la burguesía madrileña impulsó un proceso arquitectónico y ornamental que fue muy por delante de la situación política de aquel momento.
Como la familia disponía de fábricas de perfilería metálica no dudó en incorporar elementos metálicos en la mayoría de sus muebles, los cuales fueron destinados tanto a viviendas privadas como a instituciones y oficinas. El decidido mecenazgo de la familia Huarte a varios de los artistas y arquitectos más sobresalientes de la vanguardia de los años cincuenta y sesenta (desde Corrales a Fullaondo) convirtió de inmediato a la marca y a su entorno en un campo de experimentación donde se integraban las artes y la industria. De hecho, en su tienda de Recoletos, en 1960, organizaron un pionero concurso de sillas y mesas de comedor bautizado como Primer Concurso del Diseño del Mueble. El evento en sí, que contó con Corderch, Vázquez Molezún y Sáinz de Oiza como miembros del jurado, debe interpretarse como algo insólito: por entonces, nadie empleaba ni estaba familiarizado con lo que verdaderamente era el término "diseño”.
Del mismo modo, su constructora, Huarte y Cía, en 1956 patentó un elemento constructivo a partir del cual se podía, como si se tratara de un mecano, componer modularmente desde una simple banqueta hasta la totalidad del montaje expositivo del laureado Pabellón de España de la Exposición Universal de Bruselas en 1958. Precisamente, aquellas sillas, mesas y taburetes con un sistema de tubos metálicos unidos por nudos enchufables de calamina, se comercializaron en las tiendas que H Muebles tuvo por la geografía española una vez la Exposición concluyó.
La exhibición gratuita que podrá verse del 6 de febrero al 31 de marzo en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid coincidiendo con la Madrid Design Week, H Muebles: Entre la industria, la arquitectura y el arte, nace con la voluntad de mostrar al público el innovador mobiliario que la marca produjo entre los años cincuenta y sesenta, así como reivindicar el papel que ejerció en el contexto industrial, artístico y arquitectónico de aquella España no tan, tan lejana. No te olvides de comprar aquí tu entrada para asistir a todas las conferencias, clases magistrales, talleres y sesiones de networking que inundarán la capital durante el MadridDesignPRO.