Con tomate y mozzarella, en sopa, con arroz… El sabor fresco de la albahaca da un toque rico a muchos platos. Esta hierba aromática es original de la India y hoy es una de las más populares para cocinar pero a veces su cultivo en el interior se puede resistir. Marta Rosique, fundadora de Plantea en Verde, comparte sus trucos para que esta planta sobreviva durante todo el año.
La experta recomienda empezar con semillas, “que se adaptan mejor a cualquier condición previa que las plantas compradas”. Para plantar la albahaca solamente es necesario un pequeño semillero y tierra abonada, en la que hay que introducir las semillas para, después, taparlas con la tierra y regarlas con agua. Una vez hecho esto, hay que poner el semillero en un lugar donde reciba mucha luminosidad, por lo que se recomienda una ventana o balcón, de modo que reciba la luz solar y teniendo en cuenta que hay que regar de forma regular y evitando el encharcamiento.
La especialista en huertos urbanos advierte que la albahaca es una de las plantas aromáticas que más luz requiere, “unas seis horas como mínimo son imprescindibles. Si no dispones de tantas horas de luz, prueba con variedades de hoja pequeña, como la cannelle o la púrpura, que se adaptan muchísimo mejor a la sombra que las de hoja ancha”, matiza y añade: “mantén las plantas alejadas unos centímetros de las ventanas. Aunque la luz es importante, si entra en contacto con el cristal puede congelarse aunque la temperatura del interior sea agradable, ya que el cristal está siempre a una temperatura inferior. A no ser que cuentes con cristales dobles aislantes, aleja unos centímetros la planta del cristal para que pueda disfrutar de la luz sin congelarse”.
Esta planta es capaz de aguantar sin daños hasta los 7 Cº, “pero sufre con las heladas. Por eso que cultivarla en interior o exterior depende de las temperaturas mínimas de la zona”. Si vas a plantarla en el exterior, en un invernadero, “no es necesario que sea muy grande, pero sí que mantenga su entorno a una temperatura estable y algo por encima de la del exterior”, explica Marta quien asegura que la temperatura del interior de la casa suele ser más estable. “Busca la ventana más soleada, una ventana orientada al sur o al sur oeste es lo ideal”, recomienda a la hora de encontrar su ubicación.
Otro factor importante es mantener la humedad del entorno. “En invierno los sistemas de calefacción pueden eliminar la humedad del ambiente y las delicadas hojas de la albahaca pueden marchitarse. Si cuentas con calefacción en casa, utiliza una cúpula, mini invernadero o corta una botella de dos litros por la base y cubre con ella toda la planta. Mantén la aireación en el interior haciendo agujeros si es necesario”, detalla.