Impulsadas por el teletrabajo, las fronteras entre el hogar y la oficina se han ido desdibujando. Con el tiempo, los rincones de trabajo improvisados durante los primeros meses de pandemia se han transformado en espacios profesionales permanentes en casa que permitan trabajar compartiendo metros con otros miembros de la familia. Pero no solo eso, en el diseño de las casas también hay que favorecer la conciliación familiar y laboral, así como la cooperación y socialización entre sus integrantes. Así lo asegura Lourdes Treviño, la fundadora de Freehand Arquitectura, el estudio Boutique de Arquitectura Passive House Designers, que asegura que una casa conciliadora "es aquella donde puede existir una colaboración de todos los habitantes para su mantenimiento y funcionalidad. Es una casa donde las responsabilidades no recaen en una sola persona". La experta explica sobre qué pilares se apoya esta tendencia que cada vez va ganando más popularidad entre quienes buscan armonizar la vida en la vivienda:

Corresponsabilidad

La arquitectura conciliadora apuesta por el diseño de espacios que posibiliten la cooperación y socialización, lo que facilita el reparto de responsabilidades. Por ejemplo, con cocinas con espacio suficiente para facilitar el trabajo de varias personas simultáneamente, o comedores conectados espacial o visualmente con la cocina que permiten interrelación de los habitantes mientras se preparan los alimentos y se comparten. Y cuando los metros cuadrados escasean, crear espacios abiertos es la solución. Es decir, no hay que tener miedo a tirar paredes para lograr esa amplitud visual y a dejar los dormitorios y baños como las únicas estancias privadas de la casa. Antes las paredes se hacían para evitar el derroche energético cuando no existía el suelo radiante o un buen sistema de calefacción, pero con las instalaciones tan modernas que tenemos hoy en día, los espacios pueden estar perfectamente abiertos y eso, facilita la conciliación. Siempre y cuando, también, existan espacios que brinden la privacidad que a veces se necesita.

Una cocina abierta no puede falta en una casa conciliadora.

Eficiencia

Este tipo de arquitectura plantea el diseño buscando una eficiencia doméstica que ahorre tanto tiempo como esfuerzo. De este modo, los espacios destinados a las tareas del hogar, como cuartos de lavandería o cocinas, se configuran para que estén conectados entre sí. En este tipo de proyectos, se eliminan los espacios poco accesibles que dificultan la limpieza y que no suman ni al orden ni a la estética de una casa. Además, una vivienda que simplifique las tareas necesita de un espacio de almacenaje adecuado. Dependiendo de las necesidades de cada familia, cuenta con espacios funcionales para carritos de bebé, artículos de deporte o bicicletas, herramientas, despensa, etc.

Centro de lavado.

Independencia

Aunque uno de los objetivos de estas casas sea facilitar las actividades de cuidado y la interrelación familiar, también lo es aumentar la autonomía de los habitantes de un hogar. Cada vez hay más viviendas que incluyen soluciones como duchas accesibles, grifos monomando o suelos sin desniveles. Algunos otros ejemplos son la colocación de algunos electrodomésticos, como elementos de la cocina y mobiliario a alturas accesibles para que, en la niñez, a una edad conveniente, pudieran utilizarlo o la colocación de electrodomésticos que puedan suponer peligro, como el horno, a una altura segura, entre otras.

La sencillez del funcionamiento de los grifos montando permite que todos los integrantes de la casa sepan usarlos.

Conciliación

Esta necesidad ha surgido desde siempre. Simplemente, lo que ocurre es que, en los hogares más privilegiados, las labores del hogar las realizaba el servicio doméstico. Por ello, las casas estaban diseñadas de un modo totalmente diferente. Esto se ve muy claro en pisos antiguos del barrio de Salamanca en Madrid, donde suele haber una zona destinada al servicio y otra para las familias. Más antiguamente, incluso las casas tenían espacios para los coches de caballo. La sociedad ha ido evolucionando y avanzando y va cambiando la forma y estilo de vida. Hasta no hace mucho, las mujeres eran quienes se dedicaban al hogar y ahora, prácticamente todas trabajan fuera de casa. Hoy la construcción y diseño de estas viviendas busca un mayor equilibrio entre la vida laboral, familiar y personal. Son espacios conciliadores aquellos que permiten el teletrabajo, cocinas o zonas de planchado conectadas visualmente al espacio de juego de menores, al espacio donde realizan las tareas escolares o a la estancia de mayores dependientes.

Zona de teletrabajo con luz natural.

Adaptación

La arquitectura conciliadora rompe con los esquemas tradicionales para diseñar viviendas que se adapten a cada modelo familiar y a su actividad. Este tipo de hogares deben estar preparados para adecuarse y dar respuesta a las necesidades de cada etapa vital. Son casas que permiten variaciones en su distribución para que las estancias puedan reconvertirse, espacios sin jerarquías, habitaciones de tamaño similar, cuartos de baño comunes y que puedan usarse por más de una persona simultáneamente.