"Bueno, qué chimenea más bonita", "esa alfombra quedaría genial en mi salón", "pues yo soy más de azules y ocres pero esa combinación no me disgusta"… Y así todo el rato, durante 272 páginas, 250 imágenes y sesenta casas. Y encima contado por los dueños en primera persona. Vamos, el paraíso del voyeur. Ese que tú también tienes. Y si no lo tienes lo vas a descubrir con este libro. Se llama Interiores, es de la editorial Phaidon, y nos conduce por un exquisito recorrido que nos lleva a las casas de sesenta diseñadores, dándonos acceso a una increíble variedad de interiores y la posibilidad de ver dónde se produce el milagro de la creatividad.
Jacques Garcia y Charlotte Moss, Joy Moyler, de Manhattan, el coreano Teo Yang, el chileno Hugo Grisanti y Kana Cussen, de Grisanti & Cussen. También se incluye a Nate Berkus y Jeremiah Brent; Sophie Dries; Shawn Henderson; Ben Pentreath; Sheila Bridges; Robin Standefer y Stephen Alesch, de Roman and Williams; Darryl Carter; Sig Bergamin; David Thulstrup…
Desde estudios y cabañas hasta mansiones palaciegas y casas adosadas, cada propuesta no solo nos brinda una mirada a cómo y dónde viven los diseñadores, sino que nos ofrece un amplio abanico de espacios. Cada casa incluye hasta seis imágenes y un ensayo que detalla su estilo de decoración. Para no dejar de tomar ideas.
Cada diseñador ha sido entrevistado ad hoc y ofrece nuevas reflexiones y perspectivas sobre su proceso de trabajo. Algunas viviendas son como una declaración de intenciones, una muestra del talento y estilo del diseñador. Para otros, la casa es un retiro, un lugar donde descansar y recuperarse del trabajo; es la antítesis de su estilo.
Para todos, su casa es una muestra de los increíbles objetos que han coleccionado viajando por el mundo y haciendo encargos para clientes y para sí mismos. Por ejemplo, Sara Ruffin ha creado su alegre hogar en Nueva Orleans con sillas francesas y un sofá de cretona que enmarca una mesa de ping-pong sin la cual no puede vivir. “Podemos quitar la red y poner un mantel, y es fantástica para organizar cenas”, comenta.
Para Will Cooper, el hogar es un antídoto blanco a las muchas propiedades de color y textura que diseña su empresa ASH NYC. Robin Standefer, de Roman and Williams, utiliza la casa que comparte con Stephen Alesch, su compañero de vida y trabajo, como “un laboratorio, un retiro y un lugar de entretenimiento”.
En cambio, para William Sofield, el diseñador de algunas de las boutiques más impresionantes del mundo, incluyendo a Tom Ford, Gucci, Bottega Veneta e Yves Saint Laurent, el hogar es un santuario con una paleta oscura que invita a actividades intelectuales, al estudio, a la relajación y al sueño, no al entretenimiento.
Con una gran variedad de estilos y localizaciones, este volumen presenta una cautivadora panorámica de las posibilidades estéticas del hogar. Nada es arbitrario, todo se toma en consideración y todos los diseños reflejan una decoración deliberada, que lectores de todo el mundo encontrarán inspiradora y reflexiva. Pídete días de asuntos propios, los vas a necesitar.