Cuando nos mudamos a una casa vacía y sin muebles, comenzar con la decoración puede suponer un quebradero de cabeza. Lo que a priori puede ser la oportunidad de dar por fin el toque personal a tu hogar puede convertirse en una tortura si no se planifica. Así lo corrobora la diseñadora de interiores Meritxell Ribé, al frente de The Room Studio, que opina que adentrarse en la decoración de un hogar es un desafío apasionante al que todo el mundo se enfrenta, interioristas incluidos. "Cuando el proyecto de decoración es para nuestra propia casa, el desafío se intensifica y todo adquiere una dimensión aún más compleja. En mi trayectoria como interiorista, he descubierto que decorar mi propio espacio puede resultar especialmente desafiante y todo un reto, ya que debemos equilibrar nuestros gustos personales con la funcionalidad, la estética y la armonía del ambiente y todo ello sumado a la cantidad de información de más que tenemos por nuestra profesión".
A pesar de su dilatada experiencia profesional detrás, Ribé reconoce "que el proceso se vuelve más introspectivo y minucioso cuando se trata de uno mismo, donde cada decisión parece tener un peso mayor y cada detalle cobra mayor importancia. Todo lo cuestionas y no das paso a la equivocación. Además, la exigencia se hace presente en cada decisión. Pero también este reto y complejidad se transforma en una oportunidad para explorar nuevas ideas, desafiarnos a nosotros mismos y crear un espacio único que verdaderamente refleje nuestra identidad y estilo de vida. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Lo estamos haciendo correctamente? ¿Seguimos algún método o guion que nos pueda ayudar a simplificar este proceso?" apunta esta interiorista.
Ribé nos da las claves para enfrentarnos al proceso disfrutándolo al mismo tiempo sin que se convierta en una fuente de estrés y conseguir un resultado a la altura de nuestras expectativas.
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