Con el final de año, hacemos recapitulación de todo lo que queremos cambiar y mejorar en nuestra vida. Así, ¿por qué no empezar por nuestra casa? Nuestro hogar es nuestro refugio, nuestro santuario, el espacio en el que nos sentimos seguros. Es un escenario básico en nuestra vida diaria que conviene llenar con un poco de alegría.
Hay muchas formas de llevar energía positiva a tu espacio personal, pero si no quieres verte envuelto en una renovación total o parcial, puedes hacerlo a través de pequeños detalles decorativos. Te vas a sorprender de lo fácil que resulta.