En un mundo cada vez más acelerado y caótico, la organización en casa se ha convertido en una necesidad importante. Es por ello que, la importancia de vivir en un espacio limpio y ordenado no debe subestimarse.
Mantener un entorno estructurado no solo contribuye a la estética del hogar (como lo hace un buen cabecero), sino que también tiene un impacto positivo en nuestro bienestar emocional y mental. Sin embargo, como cada persona es un mundo, también hay que tener en cuenta que existe un orden diferente para cada individuo.
Después de hablar del método japonés Kaizen que asegura tu casa en orden en solo 1 minuto, hoy hablamos de el Move-Out Method (Método de mudanza), es una técnica de limpieza y redistribución de espacios acuñada por Katie Holdefehr, autora del libro Embrace Your Space.
Esta técnica tiene como objetivo agilizar el proceso de "mudanza", reducir el estrés y crear un nuevo comienzo en un "nuevo" entorno. Con esta herramienta seremos capaces de aprovechar la motivación que genera un traslado de vivienda para reorganizar nuestros espacios y mantenerlos como el primer día.
La importancia de vivir en un espacio limpio y ordenado
Vivir en un espacio limpio y ordenado puede parecer un objetivo trivial en comparación con otros aspectos de la vida, pero su impacto en nuestro bienestar y productividad es innegable. A menudo, subestimamos el poder que tiene nuestro entorno físico sobre nuestro estado de ánimo, nuestra salud y nuestra capacidad para realizar tareas diarias de manera eficiente.
Un entorno organizado y sin desorden no solo contribuye a mantener una salud física y mental óptima, sino que también nos permite ser más eficientes en nuestras tareas diarias. Fomenta relaciones sociales saludables al transmitir una imagen de cuidado y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás. También estimula nuestra creatividad y capacidad de inspiración al proporcionar un ambiente óptimo para la concentración.
Lo mejor del Move-Out Method es que en realidad no tendrás que llamar a una empresa de mudanzas ni pedir cajas de cartón para probar esta técnica. Tan solo bastará con tener un poco de imaginación y establecer una fecha límite. Los pasos son muy sencillos.
1. Establece una fecha para la "mudanza"
De manera ficticia, por supuesto. Como en realidad no nos estamos mudando, esta es solo una fecha límite hipotética, aunque es necesario cumplirla a rajatabla. En función del espacio que nos hayamos propuesto reorganizar, ya sea un armario, una habitación o toda la casa, será necesario seleccionar una fecha realista y coherente.
2. Saca todas las cosas de los muebles
Esta es la parte más divertida, aunque también puede ser la más estresante para algunos. Antes de comenzar a organizar, es necesario sacar todo de los armarios, estanterías y cajones para que la limpieza sea lo más profunda posible. Si no, el método no tendría sentido. Cuando nos mudamos, no solo estamos ordenando, sino también guardando todas nuestras pertenencias. Es por ello que es fundamental tener una visión de todo lo que tenemos en casa para poder elegir qué guardar y a qué decir adiós para siempre.
3. Esto sí, esto no
La nostalgia puede ser un problema en este punto. Sin embargo, será necesario que nos armemos de valor y seamos lo más realistas y prácticos posible. Aunque puede ser un poco tedioso, deberemos seleccionar todos los artículos uno a uno y hacernos varias preguntas: ¿Me llevaría esto conmigo si me mudara? ¿Qué pasa si me mudara a una casa mucho más pequeña? Poniendo la mirada en la mudanza, tendremos que valorar si vale la pena meterlo en una caja, transportarlo a nuestra "nueva casa" y encontrar espacio para el objeto. Si la respuesta a todas las cuestiones es positiva, no lo dudes, inclúyelo en la lista de "Me lo quedo".
4. Deshazte de lo que no necesitas
También debemos tener en cuenta todo aquello que no vayamos a conservar y decidir qué haremos con ello. Es necesario valorar el estado de los objetos y otros elementos que vayamos a eliminar. Las cosas que estén en mal estado, rotas, manchadas o irreparables irán directamente a la basura. Sin embargo, si es posible darles una segunda vida, donarlos o reciclarlos es una muy buena alternativa.
5. Limpia las zonas de almacenamiento
Antes de empezar a colocar es fundamental aprovechar para limpiar a fondo los muebles en los que vamos a guardar nuestras pertenencias. Aprovecha para aspirar el polvo y sacar las manchas que estaban escondidas bajo las cosas. Tus armarios y cajones quedarán como nuevos.
6. Finaliza la mudanza
Es hora de darle la bienvenida a nuestro nuevo hogar. Solo queda volver a colocar todo en su sitio. Tómate tu tiempo para doblar ropa o colgar los vestidos en tu armario, así como para decidir dónde vas a colocar cada utensilio en la cocina. El resultado final debe sentirse como si hubiésemos reiniciado nuestra vivienda.
Consejos que harán que domines la técnica como un profesional
- Mantenerse enfocado es fundamental. La motivación es un elemento clave para conseguir desarrollar esta técnica de organización hasta el final. Es por ello que impulsar nuestra imaginación para conseguir sentirnos realmente en una mudanza puede agilizar mucho el proceso.
- Comprueba si realmente necesitas lo que guardas. En muchas ocasiones podemos dudar sobre qué quedarnos y qué tirar. Un truco eficaz para saber si realmente nos va a hacer falta en un futuro, es colocar todo aquello con lo que no sabemos qué hacer en una caja y guardarlo. Pon un recordatorio en tu móvil de aquí a tres o nueve meses. Si para ese entonces todavía no has tenido que utilizarlo, la respuesta es clara.
- Divide los tiempos. Si te has planteado organizar toda la casa, no es necesario hacerlo todo al mismo tiempo. Establecer una restricción de tiempo para cada espacio puede ayudarnos a ordenar y limpiar con conciencia y conseguir buenos resultados.