Tras la pandemia tenemos muchas ganas de estar cerca de la naturaleza y de sentirnos conectados con lo que nos rodea. Trasladado a la decoración y al interiorismo, eso se aprecia en un menor interés por superficies sintéticas que permanezcan perfectas a lo largo del tiempo. En 2024 ya no nos importan tanto las imperfecciones y, entre otras cosas, veremos más mármol en elementos como la encimera de la cocina, el salpicadero o los revestimientos del baño.