Es muy común que, llegados a cierto punto, nos aburramos del color de las paredes de nuestro hogar o que, simplemente, necesitemos un cambio. Ha llegado la hora ponernos manos a la obra y empezar a pintar. En este momento, empezará toda una odisea para elegir qué color preferimos, qué materiales usaremos y cómo protegeremos la zona.
Sabemos que este proceso puede resultar complicado y tedioso, y, aunque contemos con la ayuda de expertos, podemos cometer errores muy comunes que pagaremos durante años. Por eso, te contamos cuáles son los errores más comunes al pintar una casa y cómo evitarlos.
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1. Elegir el color equivocado
Uno de los errores más frecuentes al pintar una vivienda es escoger colores que no hacen ningún favor a la disposición de tu hogar.
En palabras del arquitecto Juan Bengoa, "el aprovechamiento y uso de la luz es importantísimo a la hora de proyectar una vivienda". Es crucial encontrar colores que aporten luminosidad a la estancia y que también combinen con muebles y accesorios.
Los colores oscuros reducirán el espacio visual
Los tonos oscuros, como el gris o el negro, reducen el espacio visual, mientras que los tonos más claros, como el beige o el blanco, regalan una mayor amplitud. Por eso, el blanco es uno de los colores más utilizados al pintar las paredes. Transmite calma y elegancia y es el máximo exponente del minimalismo cálido. Además, combina muy bien con una gran variedad de materiales, como la madera y permite añadir accesorios de colores más arriesgados.
Recuerda siempre pedir muestras de color para no llevarte ninguna sorpresa una vez pintes tus paredes.
2. Usar un tipo de pintura que no se adapta al espacio
Cada estancia requiere un tipo de pintura diferente que se adapte a sus necesidades y no tener en cuenta esto puede ser un error fatal para tus paredes. La pintura antimanchas es la mejor opción para el pasillo, mientras que la lavable es idónea para la cocina.
También es un error no tener en cuenta otros tipos de productos, como la pintura ecológica o productos especializados para personas con alergias o problemas de respiración, como asma.
Por eso, lo más aconsejable es acudir a un centro especializado en pintura con profesionales que te puedan asesorar según tus necesidades.
3. No dedicarle el suficiente presupuesto
Lo barato puede salirte caro. Y, en cuestiones de trabajos del hogar, mucho más. Invertir en productos y materiales de calidad te ayudará a que el resultado quede limpio y profesional.
4. No proteger bien la zona
Más vale prevenir que curar. Y para conseguir que una habitación parezca pintada por profesionales, es importante tomar ciertas medidas antes de ponerse en marcha.
Algunos consejos que recomiendan los expertos son vaciar la sala por completo y proteger marcos, interruptores y muebles con cinta. Si es necesario, puedes aplicar fijadores. Una vez protegida la zona, puedes empezar a pintar.
Es importante seguir un orden y realizar pasadas limpias y cuidadas. Brochazo a brochazo, asegúrate de cubrir todos los espacios y no dejar huecos sin pintar.
Cuando acabes, deja secar la pintura y asegúrate de lijar las partes que presenten alguna imperfección y recoge los escombros que hayan quedado.
5. Comprar más pintura de la necesaria o quedarnos cortos
En cuanto a la cantidad de pintura que necesitaremos, la premisa es sencilla. Con 1 litro de producto, podrás cubrir unos 10m2 de pared. También es importante tener en cuenta que las paredes rugosas absorben el doble de producto que las lisas. Haz los cálculos y ya sabrás cuánta pintura necesitas.