"La lentitud es bella". Esta frase encabeza un capítulo del libro titulado Elogio de la lentitud escrito por Carl Honoré y editado hace 20 años por RBA Bolsillo que invitaba a vivir con más sosiego. Este movimiento de repercusión mundial lanzaba la pregunta de si era necesaria la adoración por la velocidad. Dos décadas más tarde, este bestseller internacional sigue tan vigente como entonces.
Aplicar esta terapia al hogar es lo que se propone el libro Slow Living: feel-good spaces for contemporary life, Slow Living: espacios para sentirse bien en la vida contemporánea, en castellano) que ha lanzado en segunda edición la editorial especializada en arquitectura LOFT PUBLICATIONS. Hace una llamada a cambiar de estilo de vida de puertas para adentro.
Escrito por Daniela Santos Quartino, periodista especializada y editora de libros enfocados a arquitectura y diseño, el volumen presenta a lo largo de más de 200 páginas una selección de proyectos con la marca slow living. Están realizados por diseñadores de interiores y arquitectos de todo el mundo que buscan con su obra crear entornos para una vida sin prisas. "El slow living se traduce también en espacios que ralentizan el ritmo frenético de la vida moderna, ya sea en un pueblo costero o en medio de una gran ciudad. Buscan el bienestar en la vida cotidiana; favorecen la observación, el disfrute, la reflexión y la calma. Los interiores de esta alternativa a lo urgente se orientan hacia la sencillez, el consumo consciente y el ritmo natural de las cosas", indica.